El Gobierno brasileño confirmó ayer el envío de tropas del Ejército a Río de Janeiro la próxima semana para trabajar junto a la Policía Militar en la prevención de la violencia en una ciudad asediada por el narcotráfico. El Ministerio de Defensa decidió que un batallón de infantería y otro de paracaidistas estén a cargo de las operaciones.

La presencia de los militares en las calles de Río había sido solicitada por la gobernadora del estado, Rosinha Matheus, al presidente Luiz Inácio Lula da Silva. En principio, el Gobierno federal rechazó la solicitud porque Matheus pedía que los militares se subordinasen a las autoridades del estado. La gobernadora renunció finalmente a esa reclamación y eso facilitó el acuerdo.

Mientras, otros aspectos de la política de seguridad de Matheus comienzan a levantar polvareda. La gobernadora, esposa del excandidato presidencial Garotinho, promueve una nueva ley que permita a policías y militares trabajar horas extras como agentes de seguridad privada.