El candidato socioliberal a la Presidencia francesa, Emmanuel Macron, fue recibido este con abucheos y gritos en favor de la candidata ultraderechista Marine Le Pen al visitar a los trabajadores en huelga de una planta de la compañía estadounidense Whirlpool en Amiens (norte de Francia), su ciudad natal.

Macron se vio forzado a realizar esa visita después de que esta mañana Le Pen, con quien se medirá el próximo 7 de mayo en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales, se reuniese por sorpresa con los huelguistas mientras él mantenía un encuentro con los sindicatos de la empresa en la Cámara de Comercio.

"No voy a decir que puedo prohibir a una empresa cerrar una fábrica, porque eso no es posible. Si no, ninguna empresa más vendría a invertir en Francia", explicó Macron a una muchedumbre que lo rodeaba y que lo interrumpía en ocasiones interpelándolo sobre sus planes.

"PROMESA MENTIROSA"

Tras insistir en que el cierre de las fronteras prometido por la candidata del ultraderechista Frente Nacional (FN) "es una promesa mentirosa", Macron detalló sus planes para aumentar los recursos en formación profesional para los demandantes de empleo.

"Por supuesto que hay cólera en el país, y hay angustia", reconoció Macron.

El director de cine François Ruffin, realizador del premiado documental "Merci, patron" y candidato en las legislativas por La Francia Insumisa del izquierdista Jean-Luc Mélenchon, reprochó a Macron no haberse preocupado por la suerte de la factoría en su propia ciudad natal hasta que han llegado las elecciones.

FUTURA DESLOCALIZACIÓN A POLONIA

Ruffin le inquirió en numerosas ocasiones sobre su plan para evitar que la multinacional estadounidense no deslocalice la planta de Amiens - que da trabajo a 295 personas- para trasladarla a Polonia, como ha anunciado que hará.

Esta mañana, Le Pen había aparecido por sorpresa ante la planta, donde fue recibida con un baño de masas por los trabajadores, muchos de los cuales coreaban "Marine presidenta", lo que Macron calificó de "utilización política" de un conflicto social.

"Que Macron venga aquí, no para reunirse con los huelguistas sino a no sé qué sala de la Cámara de Comercio para reunirse con dos o tres personas es un demostración tal de desprecio que he decidido salir de mi consejo estratégico (en París) para venir a Amiens", dijo Le Pen.