No ha habido sorpresas. La victoria que auguraban los sondeos para La República en Marcha se ha confirmado en la segunda vuelta de las legislativas francesas celebradas este domingo sin ningún entusiasmo por parte de los electores.

La abstención, que alcanzó el nivel récord del 51% hace una semana, ha escalado ahora hasta la histórica cifra del 56%. El partido del presidente francés habría logrado, según las primeras estimaciones del Instituto Ipsos, entre 355 y 425 de los 577 escaños de la Asamblea Nacional. Obtene así la mayoría absoluta.

Macron culmina una etapa más en la consolidación de su poder. Su objetivo era lograr una mayoría sólida para poner en práctica sin ataduras su programa de gobierno. Uno de los ejes de su política será la reforma del mercado laboral que a su predecesor le costó meses de protestas y una rebelión interna en la Asamblea Nacional.

La oposición parlamentaria en los próximos cinco años de legislatura será prácticamente residual, de ahí que muchos analistas auguren que, en un país fuertemente politizado y siempre dispuesto a movilizarse, el debate se trasladará a la calle.