Una suicida, madre de dos hijos de uno y tres años, se inmoló ayer en un ataque kamikaze en el paso fronterizo de Erez, que separa la franja de Gaza de Israel, y dio muerte a cuatro israelís. Es el primer ataque kamikaze de este año y también la primera vez que una madre de familia decide inmolarse.

El atentado fue asumido por Hamas y las Brigadas de los Mártires de Al Aqsa. La madre bomba , Reem al Reyashi, de 22 años y miembro de una familia de comerciantes de clase media de Gaza, se dirigió a primera hora de la mañana al puesto fronterizo de Erez dispuesta a convertir su cuerpo "en una metralla mortal", según reza en el comunicado que dejó grabado en una cinta de vídeo.

Al Reyashi esperó su turno en una de las colas para acceder a territorio israelí mientras fingía una cojera, artimaña que utilizó para asegurar que llevaba una placa metálica en la pierna, que podría disparar el detector de metales. Según el coronel israelí Gad Sammi, se decidió enviar a una soldado mujer para proceder a la inspección de Reyashi. La activista aprovechó esa espera para introducirse en uno de los edificios y activar el explosivo que llevaba adosado.

Para el jeque Ahmed Yasin, líder espiritual de Hamas, la utilización de las mujeres para cometer atentados suicidas significa "un avance en la resistencia contra el enemigo".

El ataque se produjo en un puesto fronterizo transitado a diario por miles de trabajadores palestinos que acuden a trabajar a Israel. Así, un miembro de Al Fatah señaló horas después del atentado que el objetivo principal era el cierre de este paso fronterizo, ya que corta las entradas económicas de los palestinos y los empuja a apoyar a los movimientos integristas. Efectivamente, a media tarde de ayer, Israel lo cerró.

PACIFISTA MUERTO Por otra parte, Tom Hurndall, de 22 años, el pacifista británico alcanzado en la cabeza por el disparo de un soldado israelí, falleció el lunes tras estar nueve meses en coma. Su familia pidió que el sargento israelí autor del disparo sea procesado por asesinato.