La tensión entre chavistas y opositores al régimen de Nicolás Maduro se mantiene en las calles de las principales ciudades de Venezuela. En las últimas horas, el presidente, ha vuelto a acusar a EEUU de injerencia en asuntos internos del país y ha amenazado con cortar la emisión de la cadena de televisión estadounidense CNN si no cambia su enfoque informativo. Asimismo, ha enviado un batallón de paracaidistas al conflictivo estado de Táchira. El líder de la oposición, Henrique Capriles, que hasta ahora se ha mantenido en un segundo plano de las protestas, ha acusado al Gobierno de promover la confrontación al mantener detenido al líder del opositor Voluntad Popular, Leopoldo López, acusado de instigar las manifestaciones.

Maduro ha acusado a la CNN de "envenenar con sus mentiras" el clima en Venezuela y ha amenazado con echarla del país "si no rectifica". "Las 24 horas del día su programación es de guerra", ha denunciado tras insistir en que la cadena "quiere mostrar al mundo que en Venezuela hay una guerra civil". "No acepto propaganda de guerra", ha apostillado. El presidente ya cortó la semana pasada las emisiones del canal colombiano NTN24 que dio cobertura a las violentas protestas y que era el medio a través del que los venezolanos se informaban después de que el Gobierno prohibiera a los medios del país informar de estos hechos.

También ha recibido la ira presidencial EEUU por las palabras de Obama instando a Maduro a dialogar con la oposición. A juicio del régimen chavista se trata de "nueva y grosera injerencia en los asuntos internos" de la nación caribeña. "El Gobierno de la República Bolivariana de Venezuela repudia tajantemente las declaraciones" del presidente estadounidense, basadas en "información falsa y aseveraciones sin fundamento". Le afea además que "siga agrediendo a un país libre y soberano de la América Latina y Caribeña, cuyas políticas (...) son el resultado de la voluntad popular expresada democráticamente".

Balance de seis muertos

En una comparecencia pública, el sucesor de Hugo Chávez ha informado de un nuevo muerto en las filas chavistas que mantienen en seis los fallecidos en las protestas iniciadas el pasado 12 de febrero ya que un obrero que se había dado por muerto está hospitalizado aunque su estado es grave. Maduro ha exhibido en los jardines del palacio de Miraflores varios autobuses que cubren rutas capitalinas y que fueron supuestamente atacados por integrantes de las manifestaciones. Ha advertido de que no habrá impunidad ante estos actos.

Además, ha mostrado varios vídeos de los ataques a estos autobuses, en los que se veía lanzamiento de piedras contra unidades y cómo hacían bajar a los pasajeros de un vehículo que después apedrearon. "No puede haber impunidad contra quienes agredieron a nuestros trabajadores. Uno por uno vamos a capturar a estos fascistas", ha afirmado.

El Ejército, en Táchira

La tensión es especialmente intensa en el estado fronterizo de Táchira, en el oeste, donde se han registrado fuertes disturbios en los últimos días. Para atajarlo el Gobierno ha enviado un batallón de paracaidistas en el marco del plan para ir "retomando paulatinamente" el orden público, según ha informado el ministro de Interior, Miguel Rodríguez.

"Se ha ordenado la movilización de un batallón de paracaidistas al estado Táchira. Ese batallón no va a estar en la ciudad de San Cristóbal (su capital) sino que va a reforzar las unidades que se encuentran en los ejes viales principales que convergen en esta ciudad", ha indicado Rodríguez.

El arresto de López, "un error político"

Mientras Capriles ha salido a la palestra para posicionarse en este conflicto. El principal líder de la oposición ha acusado al Gobierno de Maduro de promover la confrontación en el país con la detención del dirigente Leopoldo López, acusado de incitar a la violencia que ha registrado Venezuela en la última semana.

"El Gobierno cree que metiendo preso a algún dirigente político se acabaron los problemas del país. No se va a acabar el problema del país, más bien creo que puede ahondar la conflictividad", ha dicho Capriles en una rueda de prensa.

Tras defender la inocencia de López, que permanece desde el martes en una prisión militar en las afueras de Caracas acusado de cuatro delitos, el excandidato presidencial ha considerado un "grave error político por parte del Gobierno" la detención del líder de Voluntad Popular. ""Si ustedes querían la paz, la tranquilidad, bajar las aguas no era precisamente llevándose a Leopoldo López preso", ha insistido.

Capriles ha insistido en condenar la violencia y se ha desmarcado de quienes desde las protestas o desde un sector de la oposición piden la salida inmediata del poder de Maduro. "'Maduro vete ya' puede terminar significando 'Diosdado vente ya'", ha afirmado en referencia al presidente del Parlamento, el chavista Diosdado Cabello, y a la consigna que entonan muchos manifestantes para reclamar la salida de Maduro. En esta línea, ha reclamado que las protestas tengan "un rumbo" para no generar falsas expectativas en la población que luego terminen en frustración.