El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, ha respondido a los ataques de Donald Trump, afirmando de manera rotunda que "a Venezuela no la aplasta, no la quiebra nadie" y ha defendido el derecho del país "a la paz y al desarrollo".

"El presidente de esta patria no lo decide Estados Unidos, lo elige el pueblo que defenderá siempre el derecho a construir su propio destino", ha defendido Maduro tras la "última obsesión enfermiza" de Trump al reunirse en Washington con el autoproclamado "presidente encargado" de Venezuela, Juan Guaidó, y prometer horas antes en su discurso del Estado de la Unión que la "tiranía" de Maduro sería "destrozada".

Trump es un "charlatán"

Maduro ha señalado que "él tendió la mano a Trump", pero el presidente de los Estados Unidos ha dicho, "cree que una llamada al diálogo es un signo de debilidad". Además, ha insistido en que "nadie" le podrá quitar a los venezolanos "la determinación de crear" su "propia identidad, patria y destino".

Horas antes, el ministro de Asuntos Exteriores de Venezuela, Jorge Arreaza, ha calificado de "charlatán soberbio con ínfulas de emperador" al presidente Trump, por invitar a Guaidó al discurso sobre el Estado de la Unión que pronunció en el Capitolio.

"La República Bolivariana de Venezuela rechaza enérgicamente y cumple con denunciar ante la comunidad internacional, las expresiones injerencistas y las groseras intromisiones en sus asuntos internos realizadas por Donald Trump durante el discurso anual ante el Congreso estadounidense", ha dicho el Ministerio de Exteriores en un comunicado.

"Haciendo uso de un discurso lleno de mentiras, 'chovinismo' y declaraciones supremacistas, Trump ofende y no respeta al pueblo venezolano, al proferir violentas amenazas contra su integridad y contra el Gobierno constitucional, legítimo y democrático del presidente, Nicolás Maduro", ha reprochado.

Trump y Guaidó

Por su parte, Trump ha recibido en la Casa Blanca al líder opositor, con honores propios de un jefe de Estado, para acelerar cuanto antes una "transición democrática" en Venezuela y "reafirmar el compromiso de Estados Unidos con el pueblo venezolano" y con su autoproclamado "presidente encargado".

"Seguiremos trabajando con nuestros socios en la región para hacer frente a la ilegítima dictadura en Venezuela y permaneceremos junto al pueblo venezolano para garantizar un futuro que sea democrático y próspero", ha manifestado a través de un comunicado la Presidencia norteamericana.

Juan Guaidó acudió la noche del martes al Capitolio invitado por la Casa Blanca, en la que es la última parada de la gira internacional que emprendió el pasado 19 de enero y que le ha llevado a Colombia, Reino Unido, Bruselas, Davos, Francia, España y Canadá. El líder opositor pretende recobrar el impulso internacional que obtuvo hace un año cuando se proclamó mandatario interino con la intención declarada de derrocar a Maduro.