"Necesitamos más y mejor democracia", dijo Nicolás Maduro y cosechó sonoros aplausos de su mayoría absoluta de la Asamblea Nacional (AN). Afuera del Congreso también hubo aplausos. Pero más allá de esa zona de complacencia, las palabras del presidente cayeron en el hondo pozo del desinterés social en un país donde la nueva legislatura ha sido el fruto de unos comicios que tuvieron un ausentismo del 70% del electorado. Maduro ha pasado por alto ese detalle en su retorno a la AN para presentar su Memoria y Cuenta del año 2020. La última vez que habló en ese recinto fue en 2017, el año en que decidió desconocer las funciones de un Congreso hegemonizado por la oposición. A partir de ese momento, sus balances anuales se realizaron ante el Tribunal Supremo (TSJ) y, más tarde, la Asamblea Nacional Constituyente (ANC), creada a su imagen y semejanza. Los años en que la AN estuvieron bajo la conducción opositora fueron considerados por Maduro como un quinquenio de "traición y crueldad" y por eso pidió que sus autoridades, en especial Juan Guaidó, "no queden impunes".

Durante su extenso discurso, Maduro aseguró que Guaidó, todavía reconocido como "presidente encargado" por Estados Unidos y otros Gobiernos, aceptó pagar 220 millones de dólares por su asesinato. Durante 2020, aseguró, se registraron "más de 400 acciones orientadas a socavar la institucionalidad". Las autoridades colombianas, añadió, no han sido ajenas a las conjuras. "Iván Duque odia a Venezuela y a los venezolanos, desprecia a Venezuela, ha tratado de usar al títere criminal (en alusión a Guaidó) para ponerle las manos a las riquezas de Venezuela, pero se lo impedimos y no logra asimilar su derrota".

La oposición, dijo, aprovechó la saliente Asamblea Nacional para atacarnos, bloquearnos y actuar con crueldad". La economía ha colapsado como consecuencia de las sanciones norteamericanas. "La política criminal de Donald Trump ha sido la de perseguir de forma criminal las cuentas venezolanas, nos han robado más de 43.000 millones de dólares. Esto ha ocasionado un saldo criminal en la vida social del pueblo venezolano". La producción de la petrolera estatal PDVSA, fuente de más del 90% de las exportaciones del país, cayó un 69%. "Duramos 13 meses sin vender una sola gota de petróleo al mundo, pero aun así pudimos mantener la inversión social".

Cifras polémicas

A pesar de las adversidades, Maduro dijo que el año pasado se llegaron a producir 400 mil toneladas de alimentos. "Estamos llegando casi a un punto de auto abastecimiento y la actividad agrícola se está reinventando". Reconoció que la creciente dolarización de la economía es una "válvula de escape" para parte de la población. Sostuvo a su vez que la pobreza extrema por necesidad se ubicó en 4% y la pobreza general en 17%. Podemos decir que tenemos 21 millones de personas inscritas en el sistema de protección social.

Los números ofrecidos por Maduro no coinciden con otras evaluaciones de la situación. La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) ha estimado que la economía venezolana cayó un 30 % en 2020, casi el doble de lo que preveía antes de la pandemia. Este año se derrumbaría un 7%. De acuerdo con el último estudio Encuesta de Condiciones de Vida (Encovi), un 79,3% de los venezolanos no tienen como cubrir la canasta de alimentos. Por último, Maduro destacó el éxito en el combate contra el covid-19, que ha provocado la muerte de 1073 personas y 117.000 contagios.

Denuncia opositora

Como si fuera parte de una realidad paralela, la AN que todavía preside Guaidó y sesiona en un hotel caraqueño rechazó las actividades del "otro" Congreso. "Vemos al usurpador usando el Palacio Federal Legislativo para mentirse a el y a su grupito que lo sigue, porque la realidad es que ni los venezolanos ni la comunidad internacional les cree". También advirtió sobre los ataques y campañas difamatorias que han tenido como blanco diversos medios de prensa considerados opositores por el Palacio de Miraflores, entre ellos Efecto Cocuyo, El Pitazo y Fe y Alegría y TalCual, así como VPI TV, completamente alineada con la oposición. Guaidó ha perdido a parte de sus aliados internos y también en los hechos el reconocimiento de la UE como mandatario interino. Su futuro está en buena parte determinado por la agenda del futuro presidente de EE.UU, Joe Biden quien, ya se sabe, no seguirá el camino trazado por Trump.

En este contexto, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (Cidh) instó al Estado venezolano a investigar con debida diligencia las muertes ocurridas en el barrio caraqueño La Vega. A su vez pidió sancionar a quienes resulten responsables. La oenegé Provea ha denunciado que el pasado fin de semana un pelotón de la Fuerza de Acciones Especiales de la Policía Nacional Bolivariana (FAES) ejecutó a 23 personas. La Cidh reiteró su recomendación al Gobierno de disolver las FAES, involucradas en numerosas ejecuciones extrajudiciales.