Revolución en Kiev. Los manifestantes ucranianos pusieron este sábado fin a la tregua en Kiev al asaltar el edificio de la Casa Ucraniana en el centro de la capital, donde se encuentran resguardados los efectivos antidisturbios. Los opositores rompieron los ventanales del edificio y comenzaron a lanzar cócteles molotov y cohetes artificiales en su interior, lo que provocó varios incendios, que fueron sofocados con extintores por los efectivos de Berkut (destacamentos especial antidisturbios).

En el interior del edificio han estallado a última hora del día los fuegos de artificio que echan los manifestantes a través de los cristales rotos, mientras los policías responden con bombas aturdidoras y gases lacrimógenos. No obstante, los manifestantes, en su mayoría jóvenes, no se arredran y, pese a las bajas temperaturas que rondan los 15-20 grados bajo cero, se concentran cada vez en mayor número en las puertas del inmueble.

ASALTOS

Los opositores decidieron asaltar el edificio, un centro cultural y de exposiciones que antiguamente albergaba el Museo Lenin, después de ver en la televisión cómo los Berkut se resguardaban en su interior. Supuestamente, los efectivos antidisturbios querían sorprender por la espalda a los opositores concentrados masivamente en las inmediaciones del estadio del Dinamo Kiev, que se encuentra calle arriba a menos de un kilómetro de distancia.

SIN TREGUA

Los manifestantes decidieron romper definitivamente la tregua, que ya pendía de un hilo tras los enfrentamientos de anoche, después de que la oposición rechazara la oferta de gobierno que le hizo hoy el presidente, Víktor Yanukóvich. Como condición, los líderes opositores debían comprometerse a persuadir a sus partidarios de que suspendan las protestas en el corazón de Kiev que arrancaron en noviembre pasado.

DEMANDAS

"Nuestra demanda es celebrar elecciones presidenciales este mismo año. Y no pensamos dar un paso atrás. Mantendremos nuestras posiciones en el Maidán y en las regiones", proclamó Vitali Klitschkó, líder del partido UDAR (Golpe). La negativa del carismático boxeador fue recibida con júbilo por las decenas de miles de manifestantes concentrados en la plaza de la Independencia de Kiev, conocida popularmente como Euromaidán, y con un ensordecedor sonido de claxon por toda la ciudad.