De nuevo el presidente de EEUU Donald Trump, que en noviembre afrontará elecciones para un segundo mandato, tiene las llave de la economía global. De su propensión al conflicto dependerá que el mundo pase de una desaceleración más acusada o una crisis o a una etapa de estabilización. En sus manos está sellar la paz comercial con China, un factor que puede disipar la mayoría de riesgos que acechan a la economía global.

De todas formas, aunque se ha cerrado una primera fase, quedan aspectos complejos pendientes en esta pugna arancelaria. Otra de las incógnitas es el 'brexit', que con con la contundente victoria de Boris Johnson ha calmado los ánimos. Pero existen muchas opciones de que el Reino Unido caiga en la tentación de erigirse en una especie de gigantesco paraíso fiscal vecino de una Unión Europea (UE), que debería acelerar los pasos hacia un presupuesto común y una efectiva integración económica y financiera sorteando las amenazas populistas antieuropeístas, que están al acecho.

A su vez puede ser el ejercicio en el que se estreche el cerco a las grandes tecnológicas de cara a que tributen de forma más ajustada y de acuerdo a donde obtienen sus beneficios. En buena parte esto dependerá también de la capacidad de presión de EEUU, contraria a este tipo de medidas fiscales.

Mientras, el año comenzará de nuevo en España y en Catalunya sin unos Presupuestos, como sucedió en el 2019. En el primer caso se prorrogarán los del exministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, por segundo año consecutivo, que serán ya los presupuestos más longevos de la democracia.

Y en el caso de la Generalitat, por tercer ejercicio consecutivo, ya que seguirán rigiendo las cuentas del 2017, aún diseñadas por Oriol Junqueras, encarcelado desde hace más de dos años. ERC ha dado pasos con los Comuns para lograr tener unas cuentas para el 2020, pero todo depende de si se convocan o no elecciones en Catalunya.

Y todo ello cuando la transición energética debe acelerarse para cumplir los objetivos de descarbonización de la economía. Por su parte, Barcelona, consolidada con 'hub' internacional de 'start-ups', deberá volver a aprobar la asignatura del MWC, que se celebrará del 24 al 27 de febrero. Consolidado como referente mundial y con contrato hasta el 2023, la capital catalana deberá demostrar al organizador, GSMA, que no tiene de qué preocuparse.