El exprimer ministro francés Manuel Valls abandona el Partido Socialista. "Una parte de mi vida política se acaba. Dejo el Partido Socialista o el Partido Socialista me deja", ha declarado en la emisora de radio RTL el político nacido en Barcelona.

Valls se sentará este martes como diputado en la Asamblea Nacional. Después de haber sido derrotado en las primarias socialistas del pasado mes de enero, se negó a apoyar al candidato oficial del partido, Benoît Hamon, y anunció que daría su voto aEmmanuel Macron.

Luego se presentó a las elecciones legislativas como independiente, apoyando a La República en Marcha, la formación del presidente. Valls quiso ser ser candidato oficial del partido de Macron. LRME no le incluyó oficialmente en sus listas, aunque tampoco presentó a un representante de LREM en su circunscripción, dejándole así la vía libre para ser elegido.

Este martes Valls ha dicho que no se integrará en un grupo parlamentario "que tenga ambigüedades o no vote la confianza del Gobierno". El Partido Socialista anunció este fin de semana que no tiene la intención de votar la confianza del nuevo Ejecutivo el próximo 4 de julio, fecha del debate de política general que tendrá lugar en la Asamblea Nacional.

APOYO A MACRON

"Yo quiero estar claramente en la mayoría, por una cuestión de coherencia. Apoyé a Emmanuel Macron antes de la primera vuelta y eso me ha costado caro. Me inscribí en la mayoría presidencial durante la campaña de las legislativas. Hay un momento en el que hay que ser claro. Quiero estar en el corazón de la mayoría por coherencia, dejo el partido socialista o el partido socialista me deja a mí", ha explicado.

Representante del ala reformista del partido, Valls mantuvo durante toda la legislatura del presidente François Hollande un duro pulso con los diputados ‘rebeldes’ críticos con la deriva liberal del inquilino del Elíseo y las reformas impulsadas por el Gobierno.

Fue especialmente violento el debate sobre la reforma laboral, una ley contestada en la calle y a la que unos cuarenta diputados socialistas se negaron a apoyar en la Asamblea Nacional, entre ellos el propio Hamon. Valls optó por echar mano del decreto para sacar adelante la reforma.