El escándalo de las torturas infligidas a presos iraquís sigue creciendo. A las fotografías publicadas ayer por el Daily Mirror en la que se ve a soldados británicos torturando a un preso iraquí, se sumaron nuevas revelaciones. Dos medios apuntan que los malos tratos son todavía más crueles y que podrían haber sido ordenados por el espionaje militar.

La revista New Yorker cita un informe confidencial del Ejército de EEUU que detalla el "sádico" trato dispensado a presos iraquís en la cárcel de Abu Gharib. El texto relata cómo se "rompen fluorescentes y se rocía al preso con el líquido fosfórico; (...), se les golpea con sillas, se les amenaza con violar, se les sodomiza con fluorescentes y palos de escoba y se autoriza a la policía militar a coser estas heridas provocadas". The Guardian citó el diario íntimo de un sargento en el que afirma que los soldados tenían órdenes de someter a los presos al máximo estrés para obtener información.

El primer ministro británico, Tony Blair, calificó de "inaceptables" las fotos de soldados de su país torturando a presos. El comité de ulemas de Irak pidió que estas torturas se consideren "un crimen de guerra".