La primera ministra británica, Theresa May, ha acusado al Partido Nacional Escocés (SNP) de estar "obsesionado" con la independencia y a la ministra principal, Nicola Sturgeon, de “descuidar” por ello los servicios sociales, como la sanidad y la educación. En el discurso pronunciado en Glasgow el viernes, con motivo de la conferencia del Partido Conservador de Escocia, May advirtió a los independentistas de que la política “no es un juego” y negó que existan motivos económicos para justificar la ruptura del Reino Unido.

“Nunca fue más fuerte la importancia de la unión (del país), para la economía. No hay argumento económico para romper el Reino Unido, o aflojar los vínculos que nos unen”, señaló la primera ministra británica. De acuerdo con la líder conservadora, son los más pobres y necesitados los que más se benefician de la unidad entre Escocia y en el resto del país. “Nunca debemos retraernos a la hora de plantear lo positivo a favor de la unión porque la lógica y los datos están de nuestra parte”. Sturgeon ha subrayado una y otra vez la importancia para Escocia, de que el Reino Unido permanezca en el mercado único.

El ataque de May se produce cuando el SNP está sugiriendo la posibilidad de solicitar un segundo referéndum de independencia, después de que el Reino Unido en su conjunto votara a favor del ‘brexit’ y la mayoría de los escoceses por la permanencia. La primera ministra británica se ha negado hasta ahora a aclarar si autorizaría o no la nueva consulta, en caso de que Sturgeon la solicitara. La impresión es que el gobierno en Londres se está preparando para tal eventualidad.

El discurso de May, tan centrado en la defensa de la unidad nacional, refuerza esa hipótesis. Sturgeon podría lanzar el reto de la convocatoria este mismo mes. May acusa a los nacionalistas de estar obsesionados con la secesión. “Ellos piensan que la independencia es la respuesta a todas las cuestiones, sin importarles los datos y la realidad. Simplemente las cuentas no cuadran y no vamos a dejar de decirlo”.