La primera ministra británica, Theresa May, vuelve a buscar lo que después de meses de negociaciones en torno al brexit no ha logrado encontrar: una salida al problema de la frontera irlandesa. La primera ministra prepara una incierta vuelta a Bruselas, tras la victoria de los euroescépticos conservadores en el Parlamento, que empuja al Reino Unido a reabrir la negociación del acuerdo alcanzado en noviembre con la Unión Europea.

La enmienda presentada por Graham Brady y respaldada por 317 votos a favor frente a 301 en contra, urge al Gobierno a pactar una solución alternativa a la que figura en el pacto con la UE para la salvaguarda en Irlanda del Norte. "Anoche, la Cámara votó a favor de un rumbo claro sobre la forma en que aceptaría un acuerdo y eso supone abordar el problema de la salvaguarda", declaró May en la Cámara de los Comunes. May habló por teléfono, entre otros, con el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, y con su homólogo irlandés, Leo Varadkar.

VOTACIÓN EN SAN VALENTÍN

Saludada como una heroína por la prensa ultraconservadora británica, de momento May solo ha ganado tiempo, un par de semanas más, para resucitar su acuerdo. Si no logra la remodelación del acuerdo de aquí al 13 de febrero, la primera ministra promete organizar un voto, el día de San Valentín, para volver a dejar que los diputados indiquen sus preferencias.

En busca del mayor respaldo posible, May se entrevistó el miércoles en Downing Street con el líder de la oposición, el laborista Jeremy Corbyn, quien recientemente se había negado a participar en las conversaciones sobre el brexit. El encuentro de una hora en el que hubo, "un serio intercambio de puntos de vista" sobre la unión aduanera, según su portavoz, estuvo precedido de un choque en el turno de preguntas y respuestas de los miércoles en el Parlamento.

Corbyn pidió repetidamente a May que descarte la posibilidad de un brexit sin acuerdo, algo por lo que también votaron mayoritariamente los diputados. Pero la premier advirtió que ese voto no era suficiente para eliminar tal eventualidad. También a requerimiento de Corbyn, interesado en saber cuáles eran los planes alternativos que quiere llevar a Bruselas para reemplazar la salvaguarda irlandesa, May barajó distintas posibilidades, como un mecanismo unilateral del Reino Unido, o una fecha límite para la salvaguarda, o el uso de nueva tecnología, pero no precisó más. Todas esas propuestas ya han sido analizadas en el pasado y rechazadas.

PESIMISMO EMPRESARIAL

Los empresarios no parecían en absoluto convencidos del nuevo rumbo político del brexit. "No creo que haya una sola empresa esta mañana que vaya a abandonar sus preparativos para una salida sin acuerdo, después de lo que pasó ayer", declaró Carolyn Fairbairn, directora de la CBI, la principal organización de la patronal británica. Me temo, que, por el contrario, los acelerarán", añadió.

La libra esterlina sufrió la pérdida de un 1% tras la derrota, por un margen de 23 votos, de la enmienda presentada por la laborista Yvette Cooper que hubiera podido retrasar la fecha de salida y descartar una ruptura sin acuerdo. Los diputados eurófilos no descartan el rescate de la moción. "Tendremos la oportunidad de repetirla y espero que, con un resultado diferente, si la primera ministra no logra un acuerdo en cosa de dos semanas", declaró el conservador proeuropeo Oliver Letwin.