La mayor operación militar ejecutada por Israel en la franja de Gaza desde el inicio de la segunda intifada (en el año 2000) se cobró ayer en su primera jornada la vida de al menos 20 palestinos, entre ellos tres niños, e hirió a otros 30, 10 de gravedad, en el barrio de Tel al Sultán del campo de refugiados de Rafah.

A las cuatro de la madrugada del lunes al martes, el Ejército israelí comenzó su operación desde el aire. Desde los helicópteros se dispararon misiles y fuego de ametralladora contra la población. La mayoría de las víctimas murieron en dos ataques con misiles, aunque los enfrentamientos cuerpo a cuerpo entre milicianos y soldados en las calles del campo elevaron después el saldo.

El episodio más amargo de la jornada lo protagonizaron dos hermanos de 14 y 15 años, que fueron alcanzados por los bombardeos cuando se encontraban en el tejado de su casa, donde se desangraron durante tres horas porque las ambulancias no pudieron acudir hasta el lugar, según fuentes médicas palestinas.

MAL PRESAGIO El nombre de la operación, Arco Iris sobre las Nubes, no augura buenos presagios para los palestinos: se refiere al arco iris que, según la Biblia, surcó el cielo después del diluvio universal. Tampoco es un buen indicio el anuncio realizado por el ministro de Defensa israelí, Shaul Mofaz, que dijo que el despliegue de las tropas en Gaza será "por tiempo indefinido".

La ofensiva israelí ha desatado una ola de condenas en algunos países occidentales y en el mundo árabe. El jefe de la política exterior de la UE, Javier Solana, condenó la operación militar y señaló que "no es esta la forma en que queremos ver la retirada de Gaza". La Liga Arabe la catalogó de "crímenes de guerra, limpieza étnica y castigo colectivo". Para el presidente palestino, Yasir Arafat, se "trata de una gran masacre" organizada.

El presidente de EEUU, George Bush, se limitó a calificar la situación de "inquietante". Ante el más influyente lobi proisraelí de la comunidad judía estadounidense, Bush reiteró que Israel "tiene todo el derecho a defenderse".

CRITICAS PACIFISTAS La incursión militar suscitó algunas críticas internas en Israel, como la del diputado pacifista Yosi Sarid, del partido Meretz. "Cuando los niños huyen para salvar la vida, arrastrando tras ellos maletas más grandes que ellos mismos, esto es realmente visto como un crimen de guerra por la comunidad internacional", afirmó Sarid.

Fuentes militares israelís señalaron ayer que no se proseguirá con la ampliación del corredor Filadelfia. Sin embargo, las demoliciones prosiguieron en el barrio de Tel al Sultán, donde al menos tres casas fueron derribadas, pese a que este barrio dista un kilómetro y medio del citado corredor. El Tribunal Supremo de Israel volvió a respaldar ayer la demolición de viviendas al rechazar la solicitud de 46 familias palestinas que pretendían impedir el derribo de sus casas.