La pesadilla predicha antes de la invasión de Irak se ha hecho realidad, y la espiral de secuestros está demostrando --una vez más-- que la guerra fraguada por el trío de las Azores ha tenido el efecto precisamente opuesto del objetivo que proclamaban tener Bush, Blair y Aznar: ha redoblado el terrorismo global y ha convertido el país ocupado en sede mundial del terror. En los últimos tres meses, los islamistas han tomado 60 rehenes y han asesinado a 6 de ellos. También han muerto en atentados 13 altos cargos, entre cientos de víctimas. Y, con semejantes resultados, ¡todavía querían medallas!*Periodista