El documento de identidad que el Gobierno británico quiere instaurar lleva incorporado un microchip con información biométrica del dueño: los rasgos faciales, las huellas dactilares y oculares, la firma y los datos personales.

Las pruebas que ya se han llevado a cabo con cerca de 10.000 voluntarios en las ciudades de Londres, Glasgow y Leicester han demostrado que el proceso para registrar toda la información y expedir la tarjeta de identificación se completa en sólo 15 minutos.