Al menos 150 civiles han muerto y decenas han resultado heridos esta última semana como consecuencia de los bombardeos de aviones de combaterusos y del régimen de Damasco en el noroeste de Siria, según ha denuncaciado equipos de emergencia de la oposición.

La ofensiva aérea se puso en marcha después de que rebeldes yihadistas de Qaeda en Siria lanzaran varios ataques contra zonas controlados por el gobierno en el norte de la ciudad de Hama, a 46 kilómetros al norte de Homs. "Hemos retirado 152 cadáveres y rescatado a 279 civiles", ha dicho Salem Abu al Azem, un miembro de la Defensa Civil de Idlib.

El Ministerio de Defensa de Rusia afirma que los ataques aéreos tiene como objetivo a los yihadistas y rechaza la acusación de que los bombardeos ha ido dirigos a las infrastructuras y a los centros médicos.

Sin embargo, miembros de la defensa civil y otros trabajadores de organizaciones humanitarias han documentado la destrucción de seis hospitales, cinco centros de defensa y centrales eléctricas durante los primeros días de campaña de bombardeos que han afectado a campamentos donde se han refugiado miles de civiles desplazados.

Los ataques aéreos empezaron con bombardeos masivos contra localidades situadas en el sur de Idlib, feudo de los yihadistas. Los últimos días, sin embargo, se han extendido a la mayoría de ciudades de esta provincia que limita con Turquía.

Miles de familias han huido de localidades como Jisr al Shqour y Jabal al Zawya para buscar refugio en zonas rurales.