El Consejo de Gestión y Reducción de Riesgo de Desastres de Filipinas elevó hoy a 40 el número de muertos tras el paso del tifón Rammasun, que golpeó la mitad norte del archipiélago, donde otras cuatro personas siguen desaparecidas.

La tormenta causó además 17 heridos y afectó a más de 880.000 personas, de las que más de 525.000 permanecen en 1.200 centros de evacuación, indicó el Consejo en su último comunicado.

Además, 23 carreteras y dos puentes de la zona afectada permanecen cortados y más de 26.000 casas resultaron total o parcialmente dañadas.

El Ministerio de Energía informó, en cambio, de que la red eléctrica ha sido restaurada en un 84 por ciento de Manila, después de que ayer cerca de 5 millones de hogares se quedaran sin luz debido a los daños que sufrió la infraestructura de distribución.

El tifón afecto a 12 provincias de la mitad norte del país, de las cuales cuatro siguen bajo el estado de calamidad, lo que permite al Gobierno controlar los precios de necesidades básicas y conceder préstamos a cero interés, entre otras medidas.

Rammasun afectó a Filipinas cuando aún no se había recuperado de los daños causados por Haiyán, que el pasado mes de noviembre provocó 6.300 muertos y más de 1.000 desaparecidos, además de cerca de 28.700 heridos.

El tifón, que tocó tierra con unos 500 kilómetros de diámetro, abandonó el archipiélago a mediodía de ayer y se dirige hacia el norte de Vietnam donde se espera que llegue el sábado.

La temporada de tifones en Filipinas, que empieza por lo general en junio y concluye en noviembre, atrae todos los años entre 15 y 20 tifones.