Los mismos tiroteos que tantas veces se han contado en los periódicos de Estados Unidos han entrado este jueves con extrema crudeza en una de sus redacciones. Un individuo armado mató a cinco personas e hirió a muchas otras en la redacción del 'Capital Gazette', un diario de Annapolis, la capital de Maryland, según ha confirmado la policía. El asaltante fue más tarde detenido tras haber dejado a su paso un “paisaje de guerra”, en palabras de uno de los periodistas que se encontraba en la redacción cuando se produjo el crimen. Este gravísimo incidente llega en medio de un clima de marcada hostilidad hacia los medios de comunicación, a los que el presidente Donald Trump ha definido como “los enemigos del pueblo”.

El incidente se produjo poco después de las 15.00 hora local en Annapolis, una población histórica y costera situada a las afueras de Washington y asomada a la Bahía de Chesapeake. “El asaltante disparó contra la puerta de cristal de las oficinas y abrió fuego contra múltiples empleados”, escribió en las redes, Phil Davis, uno de los periodistas del rotativo atacado. “No hay nada más aterrador que escuchar cómo disparan contra varias personas mientras estás escondido debajo de tu mesa y oyes como recarga el arma”. El asaltante ha sido detenido y, por el momento, se desconoce su identidad o los motivos que le llevaron a perpetrar el crimen.

El presidente Donal Trump reaccionó al incidente tuiteando las palabras protocolarias para este tipo de incidentes que desangran al país de forma cotidiana. “Mis pensamientos y oraciones están con las víctimas y sus familias”, escribió en Twitter. La policía llegó aparentemente muy pronto al edificio donde se encuentra la redacción del 'Capital Gazette', una reacción que según las autoridades permitió evitar una carnicería todavía mayor. El gobernador de Maryland, Larry Hogan, dijo sentirse “absolutamente devastado tras enterarme de esta tragedia”.

En una entrevista a 'The Baltimore Sun', la cabecera propietaria del más local Capital Gazzete, Phil Davis aseguró que el asaltante dejó de disparar sin motivo aparente tras haber sembrado de sangre y caos la redacción. “Soy periodista de sucesos. Escribo de esto todo el tiempo, aunque no necesariamente de esta magnitud, pero sí de tiroteos y crimen”, dijo el periodista. “Por más que intente articular lo traumático que es estar escondido debajo de tu escritorio, no lo sabes hasta que está ahí y te sientes completamente desamparado”.

Trump ha hecho de los ataques a la prensa una de las señas de identidad de su presidencia, una actitud que no se veía desde los tiempos de Richard Nixon. El presidente acusa a los medios críticos con su gestión de dar “noticias falsas”, de ser “deshonestos o “corruptos”, insulta personalmente a periodistas y alimenta de forma peligrosa la desconfianza hacia el cuarto poder. Es pronto para saber si el asaltante estaba influenciado por la hostilidad del presidente, pero de ser el caso, Trump va a tener que contestar a muchas preguntas por su perenne actitud antidemocrática.