Al menos 500 personas han muerto, 2.500 están desaparecidas y centenares han sido evacuadas este viernes tras diferentes corrimientos de tierras en el norte de Afganistán, que han dejado cientos de casas enterradas, según han informado medios locales. El gobernador de la provincia de Badakhshan, Shah Waliwallah Adib, ha dicho al canal de televisión afgano Tolo News que por el momento solo ocho personas han sido rescatadas de entre el barro y las rocas que han sepultado las casas.

Las avalanchas han dejado enterrada una pequeña localidad afgana en la que se teme que el número de víctimas mortales aumente con rapidez.

La localidad afectada se encuentra entre dos montículos en la zona de Aab Bareek, en el distrito de Argo, y el número de víctimas "es confuso, pero cientos de personas estaban en esas casas y se han desplazado funcionarios del Gobierno para determinar la situación", han afirmado fuentes oficiales.

Consecuencias del corrimiento

Otra avalancha de tierra producida por la lluvia ocasionó el jueves varios muertos y destruyó decenas de casas en otra zona del mismo distrito, en el que además cuatro personas fallecieron y ocho murieron en una riada en las áreas de Kazak y Khasar.

Las catástrofes naturales acostumbran a tener repercusiones graves en suelo afgano, debido al precario estado de las infraestructuras en un país con muchos de los indicadores de desarrollo más bajos del mundo, y en guerra desde hace décadas.

El arco oriental de Afganistán está surcado por la cordillera Hindukush, una de las más elevadas del mundo, en una zona del planeta sensible a frecuentes temblores de tierra debido a la confluencia de importantes placas tectónicas.