Viernes sangriento en El Cairo. Al menos cinco personas han muerto y 88 han resultado heridas en dos atentados que han sacudido a primera hora del día el centro de la capital de Egipto. De madrugada, al menos cuatro personas han fallecido y otras 73 han resultado heridas al explotar un coche cargado con explosivos frente a la Dirección General de Seguridad en El Cairo. El segundo atentado ha dejado un muerto y 15 heridos, entre ellos tres policías, cerca de una estación de metro en el distrito de Doki. El tercero, que no ha causado víctimas, se ha producido cuando unos desconocidos han lanzado una bomba contra una comisaría de policía en Guiza.

El portavoz del Ministerio egipcio de Sanidad, Ahmed Kamel, que ha calificado el ataque de "atentado terrorista", ha explicado que la primera explosión se ha producido a las 06.50 hora local (05.50 horas en España), y que 35 ambulancias se desplazaron al lugar para evacuar a los heridos a los hospitales más cercanos. Según una fuente de Interior, el atentado se ha producido con un coche bomba conducido por un suicida que circulaba por la calle Port Said. Los restos humanos del suicida ya están siendo analizados para identificar al autor del ataque, añadió la fuente.

La explosión también ha causado cuantiosos daños materiales, como la destrucción de varias plantas del edificio del Tribunal del Sur de El Cairo y el Museo de Arte Islámico.

LA FUERZA DEL ORDEN, BLANCO DE ATAQUES

Por lo que respecta al segundo atentado, según varias fuentes, unos desconocidos han arrojado tres artefactos de fabricación casera contra un vehículo de la policía estacionado en el lugar, si bien la televisión estatal habla del estallido de una bomba.

Los ataques contra la fuerzas de seguridad han aumentado en Egipto desde el derrocamiento militar del presidente islamista, Mohamed Mursi, en julio pasado y la posterior persecución contra sus seguidores. Este jueves al menos cinco policías murieron, entre ellos tres sargentos, y dos resultaron heridos en un ataque armado perpetrado contra un puesto de control en la provincia de Beni Suef, en el sur de Egipto.

REPRESIÓN "SIN PRECEDENTES"

Este jueves Amnistía Internacional ha presentado un informe según el cual las autoridades egipcias están reprimiendo a la disidencia y pisoteando los derechos humanos de un modo "sin precedentes", y que el cumplimiento de las demandas de la revolución del 2011 es cada vez más lejano.

En el informe, publicado con motivo del tercer aniversario del comienzo de la revuelta del 25 de enero del 2011 que acabó con el régimen de Hosni Mubarak, AI lamenta que el Gobierno haya "atenazado" la libertad de expresión y reunión, introducido "una legislación represiva" y dado carta blanca a la policía para "actuar por encima de la ley".

La organización considera que "la represión más flagrante ha sido la de la libertad de expresión y reunión", y recuerda la polémica ley que restringe las protestas y fue aprobada en noviembre pasado.