Un grupo de hombres armados penetró disparando en el excluivo complejo hotelero y de oficinas en Nairobi, capital de Kenia, ayer, matando al menos a siete personas (entre ellas se encuentra al menos uno de los asaltantes) y dejando una treintena de heridos, entre los que se encuentra un ciudadano español, cuya vida no corre peligro, según confirmó el Ministerio de Exteriores español poco después de que se produjera el atentado.

El ataque, reivindicado por los islamistas somalís de Al Shabaab, tuvo lugar después de tres explosiones casi consecutivas provocadas por coches bomba estacionados dentro del complejo. En el interior de uno de los vehículos estaba un terrorista suicida.

«La puerta principal del hotel se abrió de golpe y había un brazo humano en la calle cortado desde el hombro», dijo Serge Medic, el propietario suizo de una compañía de seguridad que corrió a la escena para ayudarlo cuando se enteró del ataque. Medic, quien estaba armado, entró al edificio con un policía y dos soldados, pero fueron atacados y se retiraron. Tras el ataque, una granada se encontraba sin explotar en el vestíbulo del hotel. «Un hombre dijo que vio a dos hombres armados con bufandas en la cabeza y bandoleras de balas», agregó Medic a Reuters, mientras los disparos resonaban en el fondo del edificio.

Kenia ha sido a menudo blanco de Al Shabaab, quien mató a 67 personas en el centro comercial Westgate en el 2013 y a casi 150 estudiantes en la Universidad de Garissa en el 2015. Al Shabaab dice que sus ataques son una venganza para las tropas kenianas que están estacionadas dentro de Somalia.

Más de tres horas después de que comenzara el ataque, los agentes aún sacaban a pequeños grupos de trabajadores y los escoltaban a vehículos blindados. Los asesores de seguridad extranjeros en el sitio se apresuraron a asegurarse de que sus clientes estuvieran a salvo. El tiroteo contra los asaltantes duró hasta bien entrada la noche.

EXPLOSIÓN Y DETONACIÓN

El jefe de la policía de Kenia, Joseph Boinnet, dijo que el ataque comenzó con una explosión que afectó a varios automóviles, seguida de una detonación de un terrorista suicida.

Al Shabaab, que quiere derrocar el Gobierno somalí respaldado por Estados Unidos e imponer una estricta ley islámica, rápidamente dijo que era responsable del atentado. «Estamos detrás del ataque en Nairobi. La operación continúa. Los no musulmanes son nuestro objetivo y vamos a matarlos allá donde se escondan de nosotros», dijo a Reuters Abdiasis Abu Musab, portavoz de operaciones militares del grupo terrorista, por teléfono en Somalia. Kenia es una base para cientos de diplomáticos, trabajadores humanitarios, empresarios y otros que operan en el este de África.

El complejo 14 Riverside, situado en el barrio de Westlands, donde se encuentra el lujoso hotel DusitD2, suele acoger durante el año numerosas conferencias y actos de personalidades dadas sus extraordinarias instalaciones. Una de ellas es también un lujoso restaurante, local que resultó seriamente dañado ya que junto a él detonó uno de los coches bomba matando a cinco personas que se encontraban comiendo en ese momento, según explicaron fuentes policiales a Reuters.