Mientras en España aún colea la polémica rectificación del gobierno de Pedro Sánchez por aprobar la venta de armas a la Arabia Saudí, otra gran potencia europea se ha apuntado al carro. A pesar de comprometerse a no hacerlo, el Gobierno de Alemania también ha aprobado la venta de suministro armamentístico a la teocracia islámica que encabeza la ofensiva militar en Yemen, donde más de 10.000 personas han muerto, la mitad de ellas civiles.

Según informó la agencia alemana DPA, el ministro federal de Economía, el conservador Peter Altmaier, mandó una carta al comité de asuntos económicos del Parlamento alemán constatando que el gobierno y el consejo de seguridad habían dado luz verde a la venta de armamento a Arabia Saudí, Emiratos Árabes Unidos y Egipto. Estos tres países son miembros de la coalición que encabeza los ataques contra los rebeldes hutis del Yemen, el país más pobre de Oriente Próximo y que sufre la peor crisis humanitaria del mundo. Esa sería el primer envío de armas registrado desde marzo.

A diferencia del caso español, el compromiso alemán a «no aprobar la exportación de armas a países que participen en la guerra del Yemen» fue unos de los puntos sellados en el acuerdo de gobierno entre los conservadores de la cancillera Angela Merkel (CDU) y sus socios socialdemócratas (SPD). Un acuerdo que podría ser papel mojado.

El paquete alemán incluiría la venta de cuatro sistemas de detección de artillería acoplados en vehículos blindados a Riad que les permitirían localizar fuego enemigo y contraatacar. También figuran 48 ojivas nucleares y 91 detectores de sistemas de defensa antiaérea para Abu Dabi y sistemas de defensa táctica aérea para El Cairo. La colaboración de Alemania con regímenes donde se violan los derechos humanos no es una novedad. El ejecutivo de Merkel se ha visto obligado a reconocer que entre 2016 y 2017 Berlín había quintuplicado su venta de armamento a Arabia Saudí y Egipto.

El negocio armamentístico alemán ha vivido sus años dorados durante el tercer mandato de Merkel. A pesar de que en 2013 su socios socialdemócratas exigieron restringir las normas de exportación de armas, la verdad es que entre 2014 y 2017 Alemania aprobó ventas por un valor de 25.100 millones de euros, más que ningún otro gobierno alemán en la historia moderna del país, algo que la oposición tildó de «decadencia moral». Tras un aumento del 47%, Berlín se comprometió ahora a rebajar esas cifras. Según confirmó en una carta al consejo de seguridad de las Naciones Unidas, el gobierno emiratí y el saudí preparan una ofensiva para capturar la ciudad portuaria de Hodeidah, en manos de los huthis. Las organizaciones humanitarias temen que una posible destroza del puerto acentúe la catástrofe que viven los ciudadanos yemeníes. La cuestión militar sigue candente en Alemania desde que el gobierno asegurase la semana pasada que estaba en conversaciones con los aliados por un posible despliegue militar en Siria, cinco meses después de descartar participar en los bombardeos contra el régimen de Bashar el Asad.

A pesar del no del SPD, esas palabras evidencian la remilitarización de Alemania, iniciada bajo el canciller Schröder. A pesar de las reticencias de los alemanes, en 2016 el gobierno ya aseguró que ampliaría el ejército alemán por primera vez desde la Guerra Fría.