La presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen, y el presidente del Consejo Europeo, Charles Michael, viajan este martes a Ankara para reunirse con otro el líder turco, Recep Tayyip Erdogan. La visita oficial -la primera vez que Von der Leyen realiza a Turquía como comisaria en jefe- se prevé clave para el futuro de la tormentosa y complicada relación entre Turquía y la Unión Europea.

Michael y Von der Leyen viajan con dos objetivos encima de la mesa: uno, el de renegociar el acuerdo migratorio de 2016, cuyo plazo termina este 2021. El acuerdo sirvió para parar casi totalmente la llegada de refugiados a las islas griegas. Éstas, que siguieron recibiendo a migrantes en sus costas -aunque muchos menos-, en virtud del acuerdo se han convertido en cárceles infames, donde muchos refugiados y migrantes se ven hacinados durante meses y años en condiciones inhumanas e insalubres.

A cambio de parar el flujo, Turquía recibió 6.000 millones de euros de Bruselas, con los que se han financiado proyectos de ayuda a sirios en Turquía, como un pequeño estipendio mensual para las familias y la construcción de hospitales y escuelas. Con esos 6.000 millones a punto de terminarse, la UE promete ahora más dinero para Turquía.

El otro plato fuerte es la renegociación de un nuevo pacto aduanero que serviría para que el país eurasiático pueda exportar sus productos a la UE de forma más barata. Sería agua bendita para Erdogan, que ve cómo su país está en una espiral inflacionaria y de devaluación de la moneda a la que, de momento, no se ve fin. Erdogan espera que la UE y un nuevo acuerdo aduanero pueda ayudarle a salir de ahí.

Condiciones

Sin embargo, no todo será tan fácil. A cambio de normalizar relaciones con Turquía, la UE le pide a Erdogan que cese sus "provocaciones", una referencia velada a las tensiones en el Mediterráneo oriental y al envío, hace justo un año, de decenas de miles de migrantes y refugiados a la frontera con Grecia.

"Le pedimos a Turquía que se abstenga de nuevas provocaciones o acciones unilaterales que rompen con la ley internacional. Reafirmamos la determinación de la UE, en caso de una acción así, de usar todos los instrumentos y opciones a su disposición para defender sus intereses y los de sus Estados miembros, además de mantener la estabilidad regional", rezaba un informe publicado la semana pasada por el alto representante de la UE para Asuntos Exteriores, Josep Borrell.

En el informe, sin embargo, no se mencionaban los últimos ataques de Erdogan contra la oposición turca ni la decisión del presidente turco de retirar a Turquía de la Convención de Estambul, un acuerdo internacional para luchar contra los feminicidios y la violencia machista.