La inminente salida del Reino Unido de la Unión Europea ha reavivado los espíritus independentistas en su propio país. Miles de personas han marchado este sábado de forma pacífica por las calles de Glasgow, la ciudad más grande de Escocia, exigiendo la celebración de un segundo referéndum de independencia del reino británico. Al grito de "Conservadores fuera" e "Independencia ya", los escoceses han reivindicado su derecho a decidir su encaje constitucional en el país sumido en una profunda crisis diplomática.

Pese a la victoria del 'no' con el 55% de los votos en la consulta celebrada en el 2014, los escoceses quieren volver a las urnas para escoger su futuro. La manifestación, convocada por la organización All Under One Banner que aspiraba a reunir la cifra récord de 100.000 personas, ha tenido lugar diez días después de que la primera ministra escocesa, Nicola Sturgeon, se comprometiera a impulsar otro referéndum independentista antes del final de la legislatura en el 2021.

El número estimado de participantes es de 35.000 personas. El organizador de la marcha, Manny Singh, ha aplaudido el anuncio de Sturgeon pero ha considerado que, para convencer a los indecisos, hace falta mayor concreción. "Es el momento, solo necesitamos una fecha. Lo que tiene que hacer el Gobierno es presentar ante los escoceses un plan viable sobre agricultura, economía, moneda... Necesitamos una visión para Escocia", ha explicado Singh, tras asegurar que, una vez haya esa cita en el calendario, el apoyo a la independencia se "doblará o triplicará".

ESCOCIA CONTRA EL 'BREXIT'

Según afirmó Sturgeon la semana pasada, esta decisión de reimpulsar la campaña viene dada de que el Reino Unido abandonará la Unión Europea (UE), probablemente el próximo 31 de octubre, en contra de la voluntad del 62% de escoceses contrarios al 'brexit'. "Votamos a favor de quedarnos en Europa y se ha demostrado que nuestra voz no es escuchada en Londres. No tienen derecho a decirnos 'no', tenemos derecho a votar de nuevo", ha afirmado el manifestante Allan Galloway, vestido con la tradicional falda escocesa.

El anuncio de Sturgeon era muy esperado por parte del movimiento independentista, que cuenta con apoyo mayoritario en la capital financiera de Escocia y que lleva expectante desde que se conoció la victoria de la salida del Reino Unido de la UE en el 2016.

RETICENCIA CONSERVADORA

Sturgeon ha manifestado que el consentimiento de Londres es imprescindible para que pueda haber otro referéndum, ya que el Ejecutivo británico tiene que activar la Sección 30, que otorgaría al Parlamento escocés los poderes para legislar al respecto. Pero no toda la población escocesa está a favor de romper con la centenaria relación con los british y menos aún el sector conservador.

La líder del Partido Conservador escocés, Ruth Davidson, se ha reincorporado a la política en el congreso de su formación este sábado con el compromiso de trabajar para que no haya un segundo plebiscito. "Hago una firme promesa ahora: si soy elegida la próxima ministra principal de Escocia, no habrá más juegos constitucionales ni más referendos", ha declarado Davidson, a quien algunos señalan como posible sustituta de la primera ministra May, aunque ella ha descartado dar el salto al escenario nacional.