Los milicianos fieles al clérigo radical shií Moktada al Sadr se comprometieron ayer a entregar las armas en Bagdad a cambio de que sus compañeros detenidos sean liberados y de que EEUU cese los bombardeos contra Ciudad Sadr, fortín de los shiís en la capital. Estos son los principales términos del acuerdo que alcanzaron ayer con el Gobierno iraquí, según un portavoz de Sadr, Abdel Hadi al Darrayi, que precisó que el desarme empezará mañana.

"Anunciamos un acuerdo con el Gobierno iraquí sobre el cese de las operaciones y los bombardeos de las fuerzas de ocupación sobre Ciudad Sadr", explicó Darrayi. Según el portavoz, el Gobierno provisional de Iyad Alaui se ha comprometido a poner en libertad a todos los presos "de la corriente de Sadr" y a "no perseguir a sus dirigentes e integrantes".

El imán de la mezquita de Al Hikma en Ciudad Sadr, Abdelzara Suaidi, indicó por su parte que el desarme durará cinco días. "Entregaremos las armas ligeras y pesadas en los lugares que escojan el Consejo municipal y los ministerios de Defensa e Interior", manifestó. El proceso será supervisado por la policía y la Guardia Nacional.

Responsables del Gobierno de Bagdad mostraron su satisfacción por el compromiso, aunque no ocultaron cierto escepticismo. "Se trata de un acuerdo informal y somos prudentemente optimistas --declaró un portavoz del Ministerio de Interior--. Para nosotros tienen más valor los hechos que las palabras". De cumplirse en la práctica, el pacto supondría acabar con varias semanas de hostilidades entre los milicianos shiís y los soldados estadounidenses.

El pacto ha supuesto el final de una semana de negociaciones entre altos cargos del Ejecutivo iraquí y una delegación bicéfala de Ciudad Sadr, integrada por representantes de las tribus y de la milicia del clérigo. En las conversaciones también estuvo presente el embajador de EEUU en Irak, John Negroponte.

INCOGNITA SOBRE LA MUERTE DE AZIZ El Ejército estadounidense y el Gobierno iraquí desmintieron ayer la muerte del exviceprimer ministro iraquí, Tarek Aziz, tal y como había informado la cadena Al Jazira. "Puedo confirmar que Aziz está vivo; no hay cambios en su estatus y aún se halla detenido", declaró Barry Johnson, un portavoz norteamericano. El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) visitó a Aziz, que padece de diabetes, "la semana pasada".