El nuevo jefe de Estado de Burkina Faso, el teniente coronel, Isaac Zida, prometió hacer partícipe a todas las fuerzas nacionales en esta etapa de transición en el país, después de que la oposición política, la sociedad civil y organizaciones internacionales reclamaran una transición guiada por un líder civil. "Todo el mundo tiene el reto de contribuir a la construcción ciudadana de nuestro país en el proceso de transición, y pueden estar seguros de que nadie será rechazado", ha asegurado en un comunicado. Zida fue proclamado como nuevo mandatario de Burkina Faso el sábado por el Ejército un día después de que las protestas forzaran la caída de Blaise Compaoré, que fue presidente del país durante 27 años.

Así, ha explicado , "tras las elecciones, el Ejército se retirará y dejará paso a una etapa que nos permita salir de esta difícil situación actual". En palabras de Zida, que fue el número dos de la guardia del dimisionario Blaise Campaoré, "el poder no nos interesa, únicamente los intereses de la nación", por lo que el órgano de transición se establecerá "por consenso".

PROTESTA POPULAR

"Las Fuerzas Armadas nacionales nunca quisieron interferir en las actividades políticas, y si hoy tienen el liderazgo en esta etapa de transición es porque todas las fuerzas de la nación pidieron que tomaran sus responsabilidades ante el caos que podía establecerse en nuestro país", ha añadido.

Por su parte, la oposición política y organizaciones de la sociedad civil de Burkina Faso celebraron ayer una marcha en la capital, Uagadugú, para exigir al Ejército que no "confisque" la transición que se ha abierto tras la dimisión de Blaise Compaoré.