Los ministros del nuevo gabinete populista de Italia, integrado por el Movimiento 5 Estrellas (M5S) y la ultraderechista Liga, están aprendiendo a ejercer su cargo metiendo la pata. Uno de los primeros en acaparar el foco ha sido Lorenzo Fontana, el nuevo ministro de Familia y discapacidad, que solo concibe proles integradas por parejas heterosexuales. «Las familias homosexuales no existen», declaró Fontana al Corriere della Sera. «Fontana es libre de tener sus ideas, pero no forman parte del contrato de gobierno», rebatió Matteo Salvini, secretario de la Liga y ministro de Interior, en referencia al contrato firmado entre los indignados del M5S y la Liga.

Tampoco se libra de la polémica Giulia Grillo, responsable de la cartera de Sanidad, que considera «fundamentales» las vacunaciones de los bebés y niños, aunque considera que «no deberían ser obligatorias».

La prensa también ha descubierto que Elisabetta Trenta, la flamante ministra de Defensa, era titular hastaayer de un master universitario en Moscú, para el que había contratado a Ivan Timofeev, que según el FBI fue el primero en proponer al equipo de Donald Trump los correos robados a su adversaria, Hillary Clinton.