Las fotos de los supuestos malos tratos en Irak publicadas por el Daily Mirror le han costado el puesto al director del diario londinense. Piers Morgan cesó ayer después de que los propietarios del periódico sensacionalista reconocieron que las imágenes del pasado día 1 son un montaje.

El Daily Mirror "publicó de buena fe unas fotografías que creyó auténticas, de soldados británicos maltratando a prisioneros iraquís", indicaba el comunicado emitido anoche. "Sin embargo, ahora hay suficientes pruebas que sugieren que eran falsas. El Daily Mirror ha sido víctima de un engaño calculado y malicioso", proseguía la nota del rotativo.

El periódico pedía "disculpas sin reservas" al Regimiento de la Reina de Lancashire, a las Fuerzas Armadas en Irak y a sus lectores. La junta directiva del Mirror consideraba "inapropiado" mantener en su puesto a Morgan, que fue escoltado hasta la puerta de salida del edificio.

El último empujón que precipitó el despido llegó en la tarde de ayer del regimiento supuestamente involucrado en los abusos, donde se demostró a los periodistas que las fotos eran falsas y se acusó a Morgan de poner en peligro la vida de los soldados. "Es una pena que haya costado tanto tiempo y causado tanto daño", señalaba un portavoz del regimiento al conocer el cese. El Gobierno no hizo comentarios.