Augusto Pinochet y el juez Juan Guzmán se verán las caras de nuevo. En el 2001, Guzmán procesó al expresidente por su responsabilidad en la caravana de la muerte. Un año y muchas presiones después, el Supremo cerró el caso.El juez está ahora al cargo de la causa de la operación Cóndor y, como una historia que vuelve a escribirse, debe pedir de nuevo los exámenes psíquicos de Pinochet para determinar si puede ser juzgado. "Yo sólo tengo que acatar el fallo del Supremo", dijo Guzmán. En Santiago se preguntaban ayer si lo interrogaría antes de ordenar las pruebas periciales.