Miles de musulmanes residentes en Italia se manifestarán mañana en numerosas ciudades del país para pedir la liberación de Simona Pari y Simona Torretta, las dos cooperantes italianas secuestradas el pasado martes en Bagdad junto a dos de sus colaboradores. A la marcha se han adherido todas las comunidades islámicas de Italia, que representan a cerca de un millón de musulmanes. Mientras, el Gobierno de Silvio Berlusconi ha despachado a Oriente Próximo a Margherita Boniver, secretaria de Estado de Asuntos Exteriores, para "hacer todo lo posible por la liberación" de las jóvenes.

Según publicó ayer el diario Corriere della Sera, el secuestro podría ser obra de combatientes al servicio de Abú Musab al Zarqaui, jefe de Al Qaeda en Irak, en el contexto de una ofensiva contra Italia. "Italia tiene que prepararse para lo peor", advirtieron los servicios de inteligencia italianos. Las ONG del país están molestas por la decisión de la mayoría de organizaciones de abandonar Irak. "No queremos que parezca que huimos", dijo Sergio Marelli, coordinador de las ONG de Italia.