Los ecuatorianos todavía no saben cuál será el rival de Andrés Arauz, el delfín de Rafael Correa, en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales del 11 de abril. La demora de 11 días se ha convertido en una bomba de tiempo y el movimiento indígena, cuyo protagonismo en las calles suele ser en muchas oportunidades decisivo, está dispuesta a activarla. El Consejo Electoral de Ecuador (CNE) no se decide a reabrir las urnas de los comicios del 7 de febrero y determinar si el el contendiente de Arauz será el banquero Guillermo Lasso, en nombre de la derecha, o Yaku Pérez, el candidato de Pachakutik. Las comunidades originarias resolvieron, una vez más, movilizarse hacia Quito, la capital, para exigir una solución. Hasta el momento, Lasso ha obtenido el 19,74% de las adhesiones, contra 19,38% de Pérez quien no dudó en hablar de fraude.

El pasado martes el CNE se abstuvo de pronunciarse sobre un informe técnico-jurídico que avalaba revisar las actas en 17 provincias del país, rompiendo en los hechos el acuerdo alcanzado por Pérez y Lasso para que se reabrieran el 100% de las urnas en la provincia de Guayas y el 50 % en otras dieciséis. La misión de Observación Electoral de la Organización de Estados Americanos (OEA) expresó su inquietud por las demoras. Pero el movimiento indígena decidió pasar de las palabras de denuncia a los hechos. "No nos vamos a rendir fácilmente. Continuaremos en esta resistencia que estamos seguros vamos a ganar. Pedimos la suspensión del escrutinio y el recuento voto a voto. No son 80 sino miles de actas inconsistentes. En el 2017, Lasso exigía reconteo total. Reclamamos lo mismo", dijo Pérez. Tras considerar a la contienda del 7 de febrero de "caricatura electoral" y descartó cualquier posibilidad de respaldar al banquero en una segunda vuelta. Ni sueñen con eso".

Una marcha más

Pérez no descartó recurrir al Tribunal Contencioso Electoral, así como eventuales acciones ante foros internacionales. En este contexto se ha iniciado el desplazamiento de las comunidades hacia Quito. "La caminata incluirá varias provincias, desde el centro del país llegará al CNE, calculamos que en seis o siete días", explicó el dirigente, Marlon Santi, con amplia experiencia en este tipo de acciones.

El protagonismo de la Confederación de Nacionalidades Indígenas de Ecuador (CONAIE) ha venido creciendo a partir del inicio de la década del noventa del pasado siglo. La primera gran movilización se realizó en favor del reconocimiento del Estado Plurinacional, el acceso a las fuentes de agua y la legalización de tierras. Cuatro años más tarde, en 1994, pusieron contra las cuerdas al Gobierno conservador de Sixto Durán Ballén, al rechazar su Ley Agraria. En febrero de 1997, la CONAIE contribuyó en la caída del presidente Abdalá Bucaram. Tres años después se alió con los militares en las protestas que obligaron al presidente de derechas Jamil Mahuad a abandonar el país. Lo mismo sucedió durante las protestas de abril de 2005, que desembocaron en la dimisión del presidente Lucio Gutiérrez, a quien habían apoyado en las elecciones. Tampoco le fue bien a su sucesor provisional, Alfredo Palacio. La CONAIE se opuso en las calles a la firma del tratado de libre Comercio (TLC) impulsado por Estados Unidos.

Correa y Moreno

Correa gobernó entre 2007- y 2017. A lo largo de esa década, el movimiento indígena pasó de ser aliado del presidente a un acérrimo opositor. Pérez y Santi estuvieron entre los principales agitadores de las manifestaciones. El actual presidente Lenín Moreno también sintió el peso político de la CONAIE en el marco del estallido social de octubre de 2019. El recuerdo de todos estos episodios se ha reavivado a partir del anuncio de Pérez de una nueva "toma de Quito".

Moreno, quien tiene una popularidad del 7%, carece de fuerza para resolver la crisis. A través de su cuenta de Twitter se limitó a expresar su "preocupación" por los pasos que dio el CNE, y le reclamó al organismo "actuar con seriedad y sensatez" porque Ecuador "requiere transparencia". La principal autoridad del CNE, Diana Atamaint, intentó llevar calma y descartó una postergación de una segunda vuelta. No le prestaron mucha atención.

Cuando los acuerdos se rompen, como autoridades, estamos obligadas a resolver sin perjudicar a las partes, pero sobre todo garantizando el fiel cumplimiento de la Constitución, la ley y el Calendario Electoral. No se puede aplazar la segunda vuelta electoral. pic.twitter.com/3XZzJW83WM Diana Atamaint (@DianaAtamaint) 17 de febrero de 2021

En su editorial de este miércoles, el diario 'El Universo', de Guayaquil, calificó de "grave" el "empantanamiento del proceso electoral" y "quizás más pernicioso" el hecho de que la CONAIE se movilice "cuando aún están latentes" las imágenes de las últimas protestas y el país enfrenta en condiciones adversas la pandemia. El covid-19 ha provocado unas 14.400 muertes y 268.000 infectados.