Los soldados británicos que controlan Basora, la gran ciudad shií del sur de Irak, tuvieron que hacer frente ayer a centenares de milicianos del Ejército del Mehdi que invadieron las calles vacías cargados de lanzagranadas y fusiles de asalto. Al menos dos iraquís murieron y tres militares resultaron heridos.

La erupción de violencia, descrita como "disturbios" por el mando británico, se registró un día después de que uno de los colaboradores del líder de los radicales shiís, Moktada al Sadr, dijera en el sermón del viernes en una mezquita de la ciudad que él mismo pagaría una recompensa de 100.000 dinares (58 euros) por capturar a un soldado de EEUU o del Reino Unido y 250.000 dinares (142 euros) si el militar era mujer.

SITUACION BAJO CONTROL Los rebeldes intentaron hacerse con el control de Basora, abriendo fuego contra patrullas británicas. Numerosas explosiones sacudieron la ciudad, las calles quedaron desiertas. Los rebeldes intentaron tomar el Banco Central Iraquí y se hicieron con un puente en la principal ruta desde la ciudad al sur del país. El mando británico dijo a última hora que la situación estaba bajo control.

Los cabecillas shiís declararon a la agencia Reuters que estos ataques eran su manera de mostrar su ira por el escándalo de las torturas ejercidas a los presos iraquís en la cárcel bagdadí de Abú Graib.

En Amara, 200 kilómetros al norte de Basora, tres rebeldes armados fallecieron cuando las tropas británicas irrumpieron en las oficinas que los seguidores de Sadr tienen en la ciudad. Mientras en Hib Hib, una población cercana a Baquba, tres civiles iraquís, dos mujeres y un hombre de una misma familia, murieron en un atentado con bomba contra la casa de un policía.

Mientras, a miles de kilómetros de Irak, los polacos tuvieron que lamentar la muerte de un soldado, 24 horas después de perder a su periodista estrella, Waldemar Milewicz. El militar murió en Kerbala por la explosión de una mina.

CONGRESO Por otro lado, más de 500 personalidades iraquís de diversos sectores políticos no vinculados al Consejo de Gobierno Iraquí --auspiciado por EEUU-- celebraron ayer en Bagdad un congreso destinado a fundar una plataforma para poner fin a la ocupación. Según el texto acordado, los ponentes se comprometen a utilizar "todos los medios legales para poner fin a la ocupación y crear un nuevo Estado iraquí con una soberanía total".