Al menos 75 supuestos miembros del Estado Islámico de Irak y Siria, vinculado con Al Qaeda, murieron este viernes en enfrentamientos con la policía y con milicianos tribales sunís en la provincia iraquí de Al Anbar (oeste), según informaron a Efe fuentes policiales.

Según las fuentes, 59 yihadistas fallecieron en Ramadi, capital de la provincia, la mayoría de estos en el centro de la ciudad, y otros 16 en la localidad de Al Jalidiya, al este de Ramadi.

El Gobierno del primer ministro iraquí, el chií Nuri al Maliki, hace frente estos días a una revuelta armada en la provincia central de Al Anbar, la más grande de Irak y de población mayoritariamente suní.