Las fuerzas de seguridad afganas han matado a dos de los líderes talibanes acusados de cortar el dedo marcado con tinta --que indica que se ha votado-- a 11 hombres el sábado pasado en el oeste de Afganistán, ha informado a Efe una fuente policial.

La operación contra los talibanes tuvo lugar el lunes en el distrito de Robat-Sangi, en la provincia de Herat, donde dos días antes habían cercenado el dedo a los 11 electores, en su mayoría ancianos, afirmó un portavoz de la Policía local, Abdul Rauf Ahmadi. El portavoz ha asegurado, citando el testimonio de las víctimas, que los insurgentes les pidieron con sorna que acudieran al candidato que habían votado para que les devolviera el dedo.

Un comunicado del Ministerio del Interior afgano confirma la operación contra los talibanes y revela que los dos insurgentes fallecidos eran el comandante Shir Agha y uno de sus oficiales de mayor rango, mientras que un tercero resultó herido y está retenido. Ahmadi ha informado que los 11 hombres, que procedían del mismo pueblo, fueron dados ayer de alta de uno de los hospitales de la provincia.

Los talibanes desmienten la autoría

Medios de comunicación locales e internacionales han mostrado durante los últimos días imágenes de los hombres en el centro sanitario, donde se les ve vestidos con pijama y gorro azul mientras muestran el dedo cercenado "por ir a votar" envuelto en una venda.

Sin embargo, aunque los talibanes habían amenazado al pueblo afgano con represalias si acudían a depositar su voto el sábado en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales en el país, un portavoz insurgente ha negado cualquier vínculo con el suceso. "El incidente está en contra de la política de los talibanes y solo busca difamarnos. Todo aquel que haya participado en el incidente será juzgado por una corte islámica", ha aseverado a los medios locales el portavoz talibán Yousef Ahmadi.

Alta participación electoral

Durante la jornada electoral del sábado, los talibanes llevaron a cabo unos 160 ataques a lo largo del país, lo que provocó, según el Gobierno afgano, la muerte de 210 personas: 48 civiles, 16 soldados y 146 insurgentes.

El enviado especial de la ONU para Afganistán, Jan Kubi, ha arremetido este martes en un comunicado contra los "cobardes ataques y asesinatos" de personal "civil" contratado para las elecciones, que tiene "un rol fundamental para que los ciudadanos ejerzan su derecho a determinar el futuro de su país".

A pesar de la violencia y las amenazas de los talibanes, la votación registró una alta participación, con siete millones de votantes de los casi 12 millones de electores censados, de acuerdo con la Comisión Electoral afgana. La votación enfrentó al exlíder de la resistencia antitalibán Abdulá Abdulá y al tecnócrata Ashraf Gani, los dos candidatos más votados en la primera vuelta el pasado 5 de abril, mientras que otros seis aspirantes fueron eliminados.