Las fuerzas de seguridad iraquís volvieron a ser blanco de la resistencia. Dos atentados con coche bomba acabaron con la vida de al menos 12 policías y 7 agentes de la Guardia Nacional en el denominado triángulo suní, una de las zonas que permanecen bajo control de los insurgentes.

El atentado más mortífero tuvo lugar en la localidad de Hit. Un suicida estrelló un coche bomba contra la comisaría local y mató a 12 personas. En el otro atentado, al oeste de Ramadi, un coche bomba estalló junto a un control de carreteras de la Guardia Nacional. Siete agentes murieron y 10 resultaron heridos.

Entretanto, la cadena árabe de televisión Al Jazira divulgó un vídeo en el que el segundo de Al Qaeda, Ayman al Zauahiri, amenazó a Estados Unidos con nuevos atentados. "Somos una nación paciente y seguiremos luchando hasta el final", señaló.