El Tribunal Criminal de Teherán inició ayer la vista del juicio contra un agente del espionaje iraní por el asesinato, bajo custodia policial, de la fotógrafa canadiense de origen iraní Zahra Kazemi, hace un año. Los abogados de la familia Kazemi, entre ellos la premio Nobel de la paz Shirin Ebadi, subrayaron que el detenido no es culpable y responsabilizaron del asesinato a un alto cargo de Justicia, identificado como Mohamed Bakhshi.

Kazemi, de 54 años, fue detenida en junio del 2003 cuando fotografiaba, en una zona no autorizada para la prensa, a familiares de varios detenidos que se manifestaban delante de la cárcel de Evin (Teherán). La reportera falleció de una hemorragia cerebral por los golpes recibidos en la cabeza, según la investigación. El hecho desencadenó una crisis diplomática entre Irán y Canadá. Ayer, Otawa se retractó de la orden de retirada de su embajador en Teherán, después de que Irán aceptase la presencia de observadores canadienses en el juicio.