Dirigentes de medio planeta lamentaron ayer la muerte de Yasir Arafat --"símbolo de la lucha palestina", "dirigente incontestable de su pueblo", "icono de la historia"--, y expresaron el deseo de que su desaparición sirva para espolear y dar nueva vigencia al proceso de paz en Oriente Próximo. Algunos, como el expresidente de la desaparecida Unión Soviética Mijail Gorbachov, advirtieron sobre el peligro de que Israel aproveche el fallecimiento del líder palestino para "modificar el statu quo ". El presidente de EEUU, George Bush, que en los últimos años contribuyó a apartar al rais de la escena política, dijo que su muerte "es un momento significativo en la historia palestina".

"Expresamos nuestras condolencias al pueblo palestino", agregó el mandatario estadounidense. "Esperamos que el futuro traiga la paz y la realización de sus aspiraciones, una Palestina independiente y democrática que viva en paz con sus vecinos". El jefe de la diplomacia de Estados Unidos, Colin Powell, fue más allá y señaló que Washington hará todo lo que esté en sus manos con el fin de "ayudar y apoyar" al pueblo palestino "durante este periodo de transición", concluyó.

Como sus aliados estadounidenses, el primer ministro británico, Tony Blair, subrayó la importancia de impulsar de nuevo la paz en Oriente Próximo. "Debemos seguir trabajando por un Estado palestino independiente junto a un Israel seguro", manifestó. Ese objetivo, precisó, "debe ser la más alta prioridad de la comunidad internacional", y agregó que su país trabajará "con EEUU y la Unión Europea para ayudar a las dos partes a conseguir un acuerdo que sea justo y duradero".

Blair dijo que Arafat simbolizaba "el movimiento nacional palestino", y recordó que fue galardonado con el Nobel de la Paz por sus esfuerzos para pacificar Oriente Próximo.

Aunque más inclinados a ensalzar la figura del líder palestino, los dirigentes europeos se expresaron en la misma línea. El alto representante para la Política Exterior y de Seguridad de la Unión Europea, Javier Solana, dijo que la muerte de Arafat le produce "una gran tristeza", y añadió que supone "la desaparición de un dirigente histórico para el pueblo palestino". "La mejor contribución a la memoria del presidente Arafat será intensificar nuestros esfuerzos para la construcción de un Estado palestino viable y pacífico".

El presidente de Francia, Jacques Chirac, se desplazó por la mañana al Hospital militar de Percy, en Clamart, cerca de París, donde ofreció sus condolencias a la viuda de Arafat, Suha. "He venido a inclinarme ante el presidente Yasir Arafat y a darle un último homenaje", dijo el mandatario francés y anfitrión de Arafat en sus últimos días de vida.

El canciller alemán, Gerhard Schröder, envió un telegrama al primer ministro palestino, Ahmed Qurei, en el que calificó la muerte del rais como "una gran pérdida". "Toda su vida buscó dar la independencia a los palestinos y crear un Estado palestino soberano y viable. No le ha sido permitido acabar su obra", dijo.

El primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, manifestó que "el pueblo palestino ha perdido un símbolo de la aspiración a afirmar su identidad nacional", y ofreció su apoyo al proceso de paz en Oriente Próximo.

"Es una gran pérdida para el liderazgo palestino y para todos los palestinos", destacó el presidente ruso, Vladimir Putin, a través de un telegrama enviado al presidente del Consejo Legislativo de la ANP, Rauhi Fatú. "Desaparece una personalidad política de envergadura internacional que dedicó toda su vida a la causa justa del pueblo palestino", dijo.

Numerosos países árabes decretaron tres días de duelo tras conocer la noticia del fallecimiento de Arafat, entre ellos Argelia, Libia, el Líbano, Irak y Yemen. La monarquía jordana anunció que observará 40 días de duelo, y divulgó un comunicado en el que hizo público "el dolor y la profunda tristeza del rey Abdalá II y del pueblo jordano". El rey marroquí, Mohamed VI, envió un mensaje de condolencia a Qurei, en el que tachó a Arafat de "gran combatiente" y "símbolo de la lucha encarnizada" del pueblo palestino. Fatú recibió un mensaje similar de parte de Zine el Abidine Ben Alí, presidente de Túnez, donde Arafat vivió 12 años.

El Consejo de Cooperación del Golfo (CCG), que agrupa a Arabia Saudí, Bahrain, Kuwait, Omán, Qatar y Emiratos Arabes Unidos, divulgó un comunicado en el que calificó el fallecimiento del líder palestino como "una gran desgracia", aunque el Gobierno kuwaití, que no perdona a Arafat que apoyara la invasión de Sadam Husein en 1990, no se pronunció de forma independiente. El Gobierno de Arabia Saudí --otro país con el que Arafat tenía relaciones muy tensas-- tampoco se ha manifestado oficialmente sobre la desaparición del dirigente palestino.

En Damasco, un breve comunicado oficial indicó que "Siria comparte con el hermano pueblo palestino la tristeza de la gran catástrofe de la desaparición del presidente" Arafat.

El expresidente de EEUU Bill Clinton, figura clave en los Acuerdos de Oslo que firmaron Arafat y el entonces primer ministro israelí, Yitzhak Rabin, lamentó que el rais "dejara escapar la oportunidad de llevar su nación a la existencia" al no firmar la paz con Israel en Camp David, en el año 2000. "Sea cual sea la opinión de otros sobre él, los palestinos le veían como el padre de su nación", indicó.

"Profundamente conmovido" por la noticia, el secretario general de Naciones Unidas, Kofi Annan, ordenó observar el mismo protocolo que se sigue en los casos de muerte de un jefe de Estado.