Líderes políticos y religiosos, movimientos radicales y moderados y organizaciones internacionales del mundo árabe se sumaron ayer al clamor general por la liberación de Christan Chesnot y George Malbrunot, los dos periodistas franceses secuestrados por el Ejército Islámico de Irak.

Los llamamientos se multiplicaron y se hicieron más vehementes horas antes de que expirase el primer plazo otorgado por los secuestradores para su ejecución. El presidente palestino, Yasir Arafat, exigió la liberación de los dos secuestrados, al tiempo que instó a todas las organizaciones iraquís a hacer lo que esté en sus manos para lograr este objetivo. Arafat pidió a los agresores que envíen a los reporteros de vuelta a su país "por el bien de Irak".

También los movimientos radicales islamistas han condenado los secuestros. El grupo libanés Hizbulá y el palestino Yihad Islámica se unieron al llamamiento, este último recordando que tanto Chesnot como Malbrunot simpatizan con la causa palestina.

La mayoría de la población iraquí ha condenado los secuestros. Abú al Aibi, un comerciante de Bagdad, afirmó: "Es una barbarie. Estaba viendo el partido de Italia e Irak y sentía vergüenza".