A los esfuerzos por salvar la vida de Ken Bigley se unieron ayer los musulmanes británicos. Dos destacados miembros del Consejo Musulmán de Gran Bretaña, que representa a los 1,8 millones de creyentes que viven en el país, se han desplazado a Irak para intentar lograr la liberación del ingeniero de 62 años, secuestrado hace 10 días en Bagdad. Kuwait Daud Abdulá y Musharraf Husain se reunirán con los líderes religiosos iraquís para pedirles que presionen a los secuestradores.

El Ministerio de Exteriores restó ayer credibilidad a la información difundida en una página web que aseguraba que Bigley había sido ejecutado. El anuncio fue hecho en nombre de Monoteísmo y Guerra Santa, el grupo de Abú Musab al Zarqaui.

Tony Blair repitió ayer que su Gobierno seguirá haciendo "todo lo que pueda" por la liberación del cautivo. La madre del rehén, que el jueves tuvo que ser hospitalizada tras hacer un llamamiento a los secuestradores, volvió a ser ingresada ayer. La anciana, de 86 años, perdió el conocimiento cuando estaba atendiendo la visita de Terry Waite, que durante cinco años estuvo secuestrado en el Líbano.

ESPERANZA EN ITALIA Por otro lado, Italia recibió ayer un rayo de esperanza y una ducha de agua fría, informa Rossend Dom¨nech. El periódico kuwaití Al Rai al Amm , el más leído del país, aseguró que las dos voluntarias secuestradas están siendo tratadas "en conformidad con los preceptos de la ley islámica, que impone un buen tratamiento a los prisioneros de guerra". Pero EEUU descartó que los dos iraquís detenidos el viernes cerca de Ramadi (Irak) tengan algo que ver con el secuestro de las jóvenes.