Alekséi Navalni, el principal líder de la oposición en Rusia, ha anunciado este miércoles que regresará a Rusia el próximo domingo desde Berlín, donde había recibido en los últimos meses tratamiento hospitalario tras ser envenenado con Novichok, un agente tóxico militar, durante una gira por Siberia en verano.

"La cuestión de regresar o no nunca me la plantee; porque nunca me fui; llegué a Alemania, en una cama de cuidados intensivos, por una sola razón: intentaron matarme", ha informado el bloguero anticorrupción en Instagram.

Durante su ausencia, las autoridades judiciales rusas han lanzado nuevas acusaciones contra él, y amenazan con detenerle nada más pisar suelo ruso por haber violado los términos de una libertad condicional que le impedía salir del país.