Crece la polémica en Nepal tras descubrirse que las 2.000 vacunas para el covid que el príncipe de Bahréin coló sin autorización en el país, forman parte de una fórmula china que todavía no ha sido aprobada por el Gobierno nepalí.

El príncipe Mohamed Hamad Mohamed al-Khalifa ha asegurado que las 2.000 dosis que introdujo en el país, supuestamente sin el permiso de las autoridades, iban a ser donadas. Sin embargo, las vacunas de Barhéin son de la modalidad CoronaVac, una vacuna de origen chino todavía no autorizada, aunque ya se ha aprobado en lugares como Brasil, China, Colombia o México.

Llegaron ilegalmente al país

El príncipe Mohamed llegó esta semana al aeropuerto de Katmandú acompañado de un grupo de 15 personas con la intención de escalar el Everest. Sin embargo, el transporte de las vacunas elaboradas por Sinovac no siguió los cauces oficiales para garantizar los requisitos de seguridad y la cadena del frío que requieren las inyecciones, motivo por el que las autoridades nepalís han confiscado el cargamento de 2.000 dosis.

Aunque en un primer momento se afirmó que las vacunas confiscadas habían sido elaboradas por AstraZeneca, el Ministerio de Salud nepalí ya ha confirmado que se trata de CoronaVac.

"Las vacunas de Bahréin son chinas, y de una compañía a la que Nepal no ha otorgado la autorización de uso de emergencia", ha asegurado a Efe un representante del departamento sanitario nepalí que ha pedido mantenerse en el anonimato.

Por su lado, Roshan Porkhel, especialista jefe del Ministerio de Salud, ha defendido la decisión del Departamento de Administración de Medicamentos de Nepal a "confiscar cualquier vacuna o medicamento que sea traído al país sin permiso".

Vacunas como regalo al Gobierno

El grupo de 15 excursionistas liderado por el príncipe Al-Khalifa llegaron esta semana al país del Himalaya después de que, en octubre, llegaran al pico del monte Manaslu, también en el Nepal y la octava montaña más alta del mundo.

Aquella escalada, que se produjo dos días antes de la apertura oficial del país a los montañeros de todo el mundo, vino acompañada de una importante inyección económica tras el duro impacto del coronavirus, con un pago de cerca de 1,5 millones de dólares (casi 1,26 millones de euros).

Tras la donación del príncipe, las autoridades de Samagaun, en el distrito de Gorkha donde se encuentra el Manaslu, decidieron bautizar una de las colinas de la zona en nombre de la familia real de Bahréin, mientras que estos respondieron al gesto con la donación de las 2.000 dosis que han sido el objeto de la polémica tras descubrirse que son no autorizadas.