El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, se reúne hoy con los miembros del gabinete de seguridad para decidir el futuro de la ofensiva "Margen Protector" en Gaza y si responde positivamente a los esfuerzos de El Cairo para un alto el fuego.

La reunión tendrá lugar por la tarde en la sede del Ministerio de Defensa después de haber sido aplazada ayer para verificar si avanzan las gestiones de El Cairo frente a la parte palestina, dijeron fuentes gubernamentales citadas por medios locales. El diario conservador "Israel Hayom" informa en su edición de hoy de que entre los miembros del gabinete no hay consenso para poner fin a la operación, que se ha causado hasta ahora la muerte de 1.280 palestinos y 56 israelíes.

El "Yediot Aharonot", el de mayor tirada, destaca que se han creado dos polos a favor y en contra, el primero liderado por los ministros más halcones de Exteriores, Avigdor Lieberman, y de Economía, Naftalí Bennett, que piden seguir hasta "derrocar" el régimen de Hamás.

El primer ministro y el titular de Defensa, Moshé Yaalón, mucho más cautos, prefieren dar por terminada la fase ofensiva y centrarse, siempre que el alto el fuego lo permita, en dinamitar los más de 30 túneles que sus fuerzas han hallado entre Gaza e Israel, para concertar después una acción internacional que lleve a la desmilitarización de la franja. "Estos son días críticos. El Gobierno debe decidir si la campaña en Gaza se cierra o si avanza", dijo una fuente militar al primero de los diarios.

La disyuntiva del Gobierno israelí radica en que el Ejército ha completado la mayoría de los objetivos militares y psicológicos que se le habían pedido: asestar un duro golpe a Hamás, mermar su capacidad ofensiva de los cohetes y destruir los túneles. Según algunos comentaristas, en los últimos días la Fuerza Aérea ha estado incluso bombardeando dos y tres veces los mismos blancos por la falta de decisión del Ejecutivo, que se ve presionado por Estados Unidos para dar por terminada la operación.

El Canal 1 de la televisión local difundió ayer la transcripción de la conversación que Netanyahu mantuvo el fin de semana con el presidente de EE.UU., Barack Obama, que le exigió, sin contemplaciones ni alternativas, ponerle fin.

Por su parte, el secretario de Estado, John Kerry, dijo públicamente que el dirigente israelí le había telefoneado para buscar una salida. El dilema de Israel radica, por un lado, en la falta de decisión en Gaza sobre el alto el fuego y se queja que desde el 8 de julio ha mostrado contención en cinco ocasiones y aceptado treguas humanitarias que Hamás y las otras facciones no aceptaron o, eventualmente, abandonaron. Como ejemplo las fuentes citadas ponen el anuncio ayer de la OLP sobre un acuerdo impulsado por el presidente, Mahmud Abás, que fue inmediatamente desmentido desde Gaza.

El segundo dilema de Netanyahu es el haber descubierto que los túneles que cruzan de uno a otro lado de la frontera, los llamados "ofensivos", son mucho más numerosos de lo que los servicios de Inteligencia pudieron imaginarse. Bennet y Lieberman, así como grandes sectores de la población israelí, advierten que Israel no puede exponer a la población del sur del país al riesgo de una incursión a través de los túneles como las que se han producido estas últimas dos semanas, y en las que han muerto al menos una docena de soldados.

El brazo armado de Hamás difundió ayer un vídeo de su última incursión el domingo a una base militar israelí fronteriza a la que llegó con suma facilidad por uno de los túneles, donde mató a cinco soldados.