Con las normas anunciadas este martes por el departamento de Seguridad Interior, buena parte de los 11 millones de inmigrantes indocumentados pueden ser deportados a sus países de origen.
Expulsar a quien cometa un delito
Bajo la Administración de Barack Obama, las autoridades tenían como prioridad deportar a aquellos inmigrantes indocumentados condenados de crímenes graves. Ahora, los funcionarios tienen la orden de expulsar a cualquier inmigrantes que haya cometido cualquier tipo de delito en territorio de EEUU.
Echar a quien lleve menos de dos años
La nueva norma de Trump permite deportar a cualquier inmigrante sin papeles que lleve menos de dos años en EEUU, esté donde esté en el país. Hasta ahora, las «deportaciones expeditivas’ se limitaban a inmigrantes detenidos a menos de 160 km de la frontera y que llevaran menos de 14 días.
Contratación masiva de agentes
Esas órdenes suponen una labor ingente para los agentes de fronteras -en EEUU hay 11 millones de inmigrantes indocumentados-. Por eso, el Gobierno estadounidense va a contratar a 10.000 nuevos agentes de inmigración. También se van a construir nuevas instalaciones.
Reclutamiento de policías locales
Por si con esos nuevos agentes no fuera bastante, el Gobierno quiere que las policías locales y los sheriffs pueden actuar como agentes de inmigración. Además, va a crear una oficina de atención a las familias de aquellas personas asesinadas por inmigrantes indocumentados.