Una pequeña y frágil ventana se ha abierto para encontrarle una salida al conflicto venezolano a través de las negociaciones. «Noruega informa de que ha tenido contactos preliminares con representantes de los principales actores políticos de Venezuela, en una fase exploratoria, con el objetivo de apoyar la búsqueda de una solución a la situación del país», corroboró el Ministerio de Asuntos Exteriores.

El rumor en círculos diplomáticos tomó estado de certeza después de que Oslo elogiara los «esfuerzos» del madurismo y la oposición para encontrar «una solución pacífica» a la confrontación que se ha agudizado desde 2014. El ministro de Comunicación, Jorge Rodríguez; y el gobernador del estado de Miranda, Héctor Rodríguez, representaron a Nicolás Maduro. El segundo vicepresidente de la Asamblea Nacional (AN), Stalin González; el exdiputado Gerardo Blyde y el exministro Fernando Martínez Mottola, fueron a la ciudad europea en nombre de la oposición.

«El presidente Nicolás Maduro y la Revolución Bolivariana expresan su agradecimiento a Noruega y su apoyo al diálogo por la Paz y la Soberanía», dijo el ministro de Exteriores venezolano, Jorge Arreaza. «El único tablero que debe haber en Venezuela es el de la paz, y la concertación», añadió. Juan Guaidó, a quien EEUU y 54 gobiernos reconocen como «presidente encargado», confirmó que representantes de la oposición participaron de ese encuentro. «Ahora, también lo he dicho hasta el cansancio, que no nos vamos a prestar a negociación falsa que no lleve a tres cosas: cese de la usurpación, gobierno de transición y elecciones libres». El horizonte retórico del diputado sigue siendo hasta el momento de rendición incondicional del madurismo. Pero el mismo diputado se vio obligado a admitir la existencia de esos contactos cuando pocos días después del fallido alzamiento militar del 30 de abril descartó «todo tipo de negociación» con el Palacio de Miraflores. El portal Alnavío, que días atrás filtró la primera información sobre las conversaciones en Oslo, recordó que no solo los noruegos estarían involucrados en este esfuerzo por evitar una guerra civil en Veneuzela. «De hecho, la iniciativa parte con el respaldo de múltiples factores, incluyendo Estados Unidos y, por supuesto, La Habana. Los noruegos se han montado en esta operación para que haya un acuerdo. Y han dado muestras suficientes de que tal empeño es en serio».

ANTECEDENTE COLOMBIANO

Noruega no ha reconocido a Guaidó como «presidente encargado» y ha tenido un papel relevante en las negociaciones entre las FARC y el Estado colombiano que permitieron ponerle fin a un conflicto armado de más de medio siglo. El Gobierno y la oposición han intentado sin suerte alcanzar una agenda común entre 2016 y 2018. Las conversaciones que tuvieron lugar en enero en República Dominicana terminaron en fracaso.

La posibilidad de una nueva fase de conversaciones encuentra a los protagonistas del conflicto en situación de un «empate catastrófico». Guaidó ha comenzado a ver cómo se reduce su adhesión en las calles. El prometido horizonte de cambio no ha llegado todavía. Maduro tampoco se encuentra en una situación fácil. Sectores castrenses ya se han mostrado a favor del diálogo. Por otra parte, el Gobierno tiene cada vez menos margen económico y la situación social se deteriora día a día en medio de las sanciones norteamericanas.

Maduro recibió el jueves a integrantes del Grupo Internacional de Contacto a quienes les informó sobre «las consecuencias del bloqueo y las sanciones impuestas por el imperio de los EEUU». Lo escucharon representantes de Alemania, España, Francia, Italia, Portugal y Países Bajos. Luego se vieron con Guiadó.