Joshua Wong, uno de los líderes prodemocráticos más conocidos de Hong Kong, ha sido condenado este martes a cuatro meses de cárcel por participar en una asamblea no autorizada y por violar una ley anti-mascarilla. El joven, de tan solo 24 años, se encuentra entre los 47 activistas acusados en virtud de la ley de seguridad nacional y se ha declarado culpable de los cargos de los que le acusaban, que incluían la participación y el uso de una cobertura facial en una asamblea no autorizada en octubre de 2019.

El joven se enfrentaba a una pena máxima posible de tres años de cárcel. La sentencia ampliará la condena de 13 meses y medio actualmente cumple por organizar una reunión ilegal. Wong, al que el magistrado Daniel Tang calificó de "figura icónica", agradeció a sus seguidores, algunos de los cuales corearon consignas como "te echo de menos" y "aguanta".

Máscaras en las protestas

En octubre de 2019, la líder hongkonesa Carrie Lam invocó los poderes de emergencia de la época colonial por primera vez en más de 50 años para promulgar una norma que prohibía las mascarillas faciales, que muchos manifestantes prodemocráticos utilizaban para ocultar su identidad a las autoridades. Según la ley, era ilegal llevar una mascarilla tanto en las reuniones legales, como en las ilegales. Los infractores se enfrentaban a un máximo de un año de cárcel y a una multa de 25.000 dólares de Hong Kong (alrededor de 2.700 euros). Sin embargo, aquellos que necesitaran las máscara por motivos de salud, religiosos o laborales estaban exentas, los más críticos señalaron que la prohibición era demasiado confusa.

Además, Wong fue uno de los demócratas acusados de conspiración con fines subversivos a finales de febrero, en virtud de la ley de seguridad nacional de la ciudad, por presentarse a unas elecciones primarias no oficiales celebradas en julio del año pasado. Esta situación supuso la mayor represión contra la oposición desde la aplicación de la ley.

La antigua colonia británica de Hong Kong regresó al dominio chino en 1997 con la promesa de una amplia autonomía y libertades. Los activistas prodemocráticos, que convocaron numerosas protestas durante 2019, en ocasiones, violentas, aseguran que dichas libertades están siendo mermadas por los gobernantes del Partido Comunista en Pekín. China siempre ha negado la injerencia.