Tres diputados del Parlamento Europeo fueron ayer los destinatarios de otras tantas cartas bomba enviadas desde Bolonia (Italia). No hubo que lamentar heridos. Estos atentados fallidos se registraron dos semanas después de que otros políticos vinculados con las instituciones europeas recibieran misivas similares con explosivos, entre ellos Romano Prodi, presidente de la Comisión Europea.

La primera carta detonó en la sede del Parlamento Europeo, en Bruselas, y la misiva iba dirigida al jefe del grupo del Partido Popular Europeo (PPE), Hans-Gert Poettering. El estallido dejó aturdidas a las personas de la oficina a consecuencia del susto y la emanación de humo tóxico provocada por la llamarada, según explicaron los bomberos.

Pocas horas después, en la oficina del vicepresidente del PPE, el español José Ignacio Salafranca, su secretaria sospechó de una carta que llevaba matasellos procedente de Bolonia e informó rápidamente a los servicios de seguridad. Estos, tras examinarla, confirmaron que contenía explosivos. "Estamos ante una campaña de intimidación contra las instituciones comunitarias por su compromiso en la lucha contra el terrorismo", declaró algunas horas más tarde Salafranca.

La tercera carta bomba fue dirigida, a primera hora de la tarde, a la oficina en Manchester (norte de Inglaterra) del líder de los laboristas en el Parlamento Europeo, Gary Titley. La misiva llegó a manos de su secretaria, que la abrió y sufrió lesiones menores en una mano, según informó la policía británica.

REUNION POLICIAL Agentes especializados en la lucha antiterrorista de Francia, Grecia, España e Italia se reunieron ayer por la tarde en Roma para analizar esta oleada de cartas bomba. El diario Corriere della Sera publicó hace dos semanas que, según fuentes policiales, anarquistas italianos y españoles estaban detrás de esta campaña con la que tratan de protestar contra la UE por medio de acciones de "máxima visibilidad".

El portavoz de Prodi, Reijo Kemppinen, aseguró ayer que la Comisión Europea no dispone de nueva información sobre los autores o motivos de envíos con explosivos. "Las investigaciones están en manos de la policía", se limitó a decir. Por ahora, la única reivindicación que tienen los agentes es la que hizo la Federación Anárquica Informal (FAI) de los dos artefactos de fabricación casera que explotaron, el 21 de diciembre, en unos contenedores de basura cercanos al domicilio de Prodi en el centro de Bolonia.

"POLITICA REPRESIVA" DE LA UE En la nota enviada por la FAI al diario La Repubblica , el grupo criticaba al presidente de la Comisión Europea por ser "uno de los burócratas representantes del nuevo orden europeo" y anunciaba el comienzo de una campaña contra la futura Constitución europea que consolida, según denuncia el grupo, la "política represiva" de los estados.