Cientos de miles de personas se congregaron este jueves en Jartum frente al Ministerio de Defensa de Sudán para exigir que el poder sea devuelto a la sociedad civil desafiando así al Consejo Militar de Transición, que derrocó al presidente Omar al-Bashir a principios de este mes. La masiva movilización, calificada ya popularmente como la Marcha del Millón, estaba convocada por la Asociación de Profesionales Sudaneses (SPA), el principal organizador de las protestas, que incluía una sentada fuera del recinto del Ministerio de Defensa.

En otra iniciativa, unos 100 jueces se unieron a la protesta a favor de un gobierno civil después de caminar desde la Corte Suprema de la capital hasta la manifestación. Vestidos con sus togas, algunos de los magistrados portaban carteles en los qu se leía jueces del cambio.

DESACUERDO TOTAL

El Consejo Militar de Transición y la oposición siguen en desacuerdo sobre el tiempo que los militares han decidido estar en el poder tras derrocar a Bashir, que estuvo tres décadas en al frente del Gobierno. Los militares, tras deponer al presidente, decidieron que estarán los próximos dos años al frente de los órganos de poder del país, lo que ha desatado una gran indignación popular.

Poco después de que comenzara la marcha de los jueces, el Consejo Militar anunció que mantendría únicamente la autoridad soberana, mientras que los civiles ocuparían el cargo de primer ministro y dirigirían todos los ministerios del Ejecutivo. El Consejo Militar solo tiene la autoridad soberana, mientras que el jefe del gabinete, el gobierno civil y toda la autoridad ejecutiva serán completamente civiles, dijo el portavoz de TMC, Shams El Din Kabbashi, a la televisión Arabiya.

INTROMISIÓN EN EGIPTO

La oposición, sin embargo, rechazó la oferta y sigue exigiendo una rápida y total entrega del poder a los civiles. El miércoles, la oposición y los militares acordaron formar un comité para resolver sus diferencias pero el Ejército sigue negándose a dejar el poder de forma total.

Además, las protestas también denuncian la impunidad ante la represión militar contra las manifestaciones, que se ha cobrado decenas de vidas. En este sentido, tres miembros de consejo presentaron su dimisión, renuncia aún no aceptada. En las protestas también se denunció la intromisión de Egipto, cuyo presidente, el general Al-Sisi, apoya a sus homólogos sudaneses.