Donald Trump sigue lanzando órdagos a la legislación de Estados Unidos e internacional que regula el asilo y poniendo barreras a los inmigrantes, especialmente los centroamericanos. Este lunes su Administración ha anunciado una nueva directiva por la que declara no elegible para solicitar asilo en EEUU a cualquier migrante que haya pasado por tierra por un tercer país en su camino.

La medida, que se publica este martes en el Registro Federal, en la práctica altera acuerdos sobre qué se considera tercer país seguro, una denominación que actualmente EEUU solo tiene pactada con Canadá. Afectará tanto a adultos como a menores de edad que lleguen a EEUU no acompañados, que en la práctica se verán obligados a pedir asilo en los países que recorran antes de cruzar la frontera de EEUU con México . Y, según el texto, también deberá ser tenida en cuenta por los agentes de inmigración y jueces que llevan a cabo el proceso para determinar la concesión de asilo a personas que alegan miedo creíble de ser devueltos a sus países de origen.

Aunque la regla interina contiene algunas excepciones, como por ejemplo para personas que hayan sido traficadas o para quienes hayan visto denegada su solicitud de asilo en esos terceros países, representa la limitación más significativa hasta la fecha del derecho de asilo, lo que prácticamente garantiza que será retada en los tribunales, que hasta ahora han paralizado la mayoría de intentos de Trump de bloquear las solicitudes de asilo. De hecho, desde la Unión Americana de Libertades Civiles ya se ha denunciado públicamente como patentemente ilegal.