El pasado 17 de noviembre el expresidente de Estados Unidos Barack Obama viajó por tercera vez a Berlín para despedirse de la cancillera alemana, Angela Merkel, su mejor aliada internacional, pero su adiós fue más amargo de lo esperado tras la sorprendente victoria presidencial de Donald Trump. Medio año más tarde, Obama ha regresado a la capital alemana, donde la alargada sombra del mandatario republicano ha seguido planeando. “Hay que invertir en la ayuda a otros países, no podemos escondernos detrás de muros”, ha criticado en un debate sobre religión y democracia celebrado en la Puerta de Brandeburgo con motivo de la celebración del día de la Iglesia Evangélica alemana.

Buen conocedor de Berlín y muy bien considerado entre los alemanes, Obama ha sabido ponerse en el bolsillo a los hasta 70.000 espectadores del acto que se han concentrado frente a la emblemática puerta lanzando un mensaje europeísta. “Nunca Europa había estado mejor. Tenemos que contratacar el auge de los movimientos nacionalistas y xenófobos defendiendo los derechos humanos, la libertad religiosa y de prensa”, ha apuntado. Pocas horas más tarde, Merkel ha puesto rumbo a Bruselas, donde Trump se encontrabareunido, para reiterar este mensaje ante el presidente estadounidense.

"SÉ QUE MI USO DE DRONES MATÓ A CIVILES"

Merkel y Obama no han podido evitar responder a temas espinosos como el uso militar de drones por parte de EEUU. “Sé que a veces mis decisiones llevaron a la muerte de civiles inocentes. Y cargo con ello. Aun así, los drones son el arma más precisa que tenemos para luchar contra individuos que viven en las sombras”, ha asegurado el expresidente de EEUU tras la crítica intervención de un joven asistente.

También han tenido que responder por el fracaso en la guerra de Siria, la gestión de la “catastrófica” crisis de refugiados y laexpulsión de Alemania de exiliados afganos. “Tenemos que ayudar a los que lo necesiten pero, y aunque sea difícil decirlo, hay gente que tiene que volver a su país”, ha remarcado Merkel, entre algunos abucheos. La cancillera ha reiterado su compromiso con el pacto entre la Unión Europea y Turquía para frenar el flujo migratorio y “luchar contra las mafias”.

Vestida estudiadamente con una chaqueta verde esperanza, Merkelha sido aplaudida al asegurar que la “compasión con los refugiadosha demostrado que podemos cambiar las cosas”. Obama se ha sumado a la ovación: “Trabajamos mucho en Siria pero aún existe una guerra. No siempre tenemos todas las herramientas para cambiar lo que queremos”, ha confesado.

“MUY ORGULLOSO” DEL OBAMACARE

El expresidente también ha aprovechado para defender el llamado Obamacare, la reforma sanitaria de la que dice sentirse “muy orgulloso” y que ahora se encuentra “amenazada” por el proceso de desmantelación liderado por Trump y los congresistas republicanos. “No fue tan bien como queríamos, pero conseguimos cubrir a 20 millones de personas”, ha asegurado.

El acto también ha servido para explicar el uso de valores religiosos en la escena política y conocer las contradicciones morales de los mandatarios. “La fe me hace actuar siguiendo mi conciencia a favor de la dignidad del individuo. Estoy abierta a cometer errores, eso me da humildad. Pero a veces vamos más lentos de lo que queremos”, ha asegurado una Merkel más próxima de lo habitual. Ante un escenario internacional tambaleante y "crucial", Obama ha remarcado la necesidad de ser plurales: “Si atacamos a los otros porque no piensan como nosotros, entonces nuestra fue no es demasiado fuerte”.